¿Fumar marihuana realmente hace que el pene crezca?¿El cannabis aumenta el flujo sanguíneo al pene y lo hace más grande?

Aunque el título parece una broma, no lo es. Esta es la historia de un estudio que, a primera vista, parece serio, pero que es, en realidad, un gran ejemplo de desinformación.

Hoy vamos a profundizar en un curioso caso que mezcla credulidad, titulares engañosos y pseudociencia. Se trata de un artículo supuestamente científico titulado El efecto percibido del uso de cannabis en el crecimiento del pene en humanos, que ha sido compartido y citado como si fuera una verdad indiscutible. Pero aquí está el truco: es una completa tontería.

Antes de que salgas corriendo en busca del dispensario de marihuana más cercano, respira. Si te tomas el tiempo de leer este “estudio” con detenimiento (lo que, seamos sinceros, poca gente hace), rápidamente te darás cuenta de que se trata de una obra de sátira. Sí, este artículo es tan real como mis probabilidades de ganar la lotería.

Entonces, ¿por qué estamos hablando de esto? Pues porque mucha gente se lo ha creído. Es un ejemplo perfecto de lo fácil que es que la desinformación se propague cuando no se verifica la información o se piensa críticamente sobre lo que leemos.

Vamos a adentrarnos en los detalles de este estudio falso. Veremos cómo consiguió engañar a tantos, cuáles son las señales que desvelan su naturaleza humorística y, finalmente, hablaremos de cómo este caso refleja la importancia de ser más cuidadosos a la hora de consumir información.

Después de leer esto, estarás más preparado para detectar bulos similares en el futuro. Y quién sabe, puede que te eches unas risas por el camino. Porque, seamos sinceros, si no podemos reírnos de un estudio que afirma que la marihuana hace crecer el pene, ¿de qué podemos reírnos?

Una mentira muy bien disfrazada

A primera vista, el artículo El efecto percibido del uso de cannabis en el crecimiento del pene en humanos parece un estudio legítimo. Tiene todos los elementos que dan credibilidad: una lista de autores que parecen venir de varias universidades, un resumen formal y un formato que cualquier revista académica aprobaría. Incluso incluye una lista de referencias para darle más seriedad.

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Las supuestas afiliaciones de los autores también parecen oficiales, aunque si las examinas bien, ya empiezas a notar que algo no cuadra. Universidades como la «Universidad Santo Daime de Ayahuasca» o la «Universidad Siberiana de Gerbos Independientes» te hacen levantar una ceja. Por si fuera poco, entre los autores figuran W.T. Gerbil y R.T. Gerbil, dos supuestos científicos de la «prestigiosa» universidad siberiana. ¿Quién no confiaría en una investigación respaldada por un gerbo, verdad?

El lenguaje científico que utiliza el artículo es lo que realmente lo hace convincente. Se menciona que «los cannabinoides se unen a los receptores CB1 y CB2, regulando el crecimiento celular». Suena bastante plausible. De hecho, mucha gente ni siquiera dudó en tomarlo como cierto. Pero aquí es donde debemos tener cuidado y leer con más detalle.

El artículo incluso menciona «consideraciones éticas», explicando que la investigación fue revisada por un comité de ética. Todo esto refuerza la ilusión de que se trata de un estudio serio.

La «joya» final del estudio es la presentación de sus resultados. Según los autores, en una encuesta realizada a 10.000 hombres, el 60% afirmó que el cannabis había aumentado el tamaño de su pene. Añaden incluso un valor p (<0.05) para que parezca más creíble. Y todo esto publicado en un sitio web de aspecto profesional.

Este elaborado engaño juega con nuestra tendencia a dar por cierto lo que parece creíble a primera vista. Han imitado tan bien el estilo de los estudios científicos que no es de extrañar que muchos hayan caído en la trampa, sobre todo si no están acostumbrados a leer publicaciones científicas.

¿Cómo desenmascarar el engaño?

Vamos a desmontar este engaño y señalar las señales de alarma que nos gritan: «¡Esto es una broma!».

Para empezar, los nombres de las universidades deberían ser nuestra primera pista. Instituciones como la «Universidad de Testículos Bronceados» o la «Universidad Siberiana de Gerbos Independientes» no necesitan mucha explicación para saber que no existen. Además, ¿por qué todas están en España?

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Pero el colmo llega cuando el estudio menciona que «pagar a los traficantes de drogas con cartas de Dragon Ball también podría influir en los resultados». ¿Qué?

Las referencias a métodos absurdos de consumo de cannabis, como fumar cigarrillos mezclados con zanahorias, y un software estadístico llamado «TannedBallsComputer® SPSS, versión 111.0», son la guinda del pastel.

Lo que más sorprende de este caso es lo fácil que fue que publicaciones legítimas cayeran en la trampa. Algunas revistas académicas citaron este estudio sin verificar su contenido, lo que nos hace preguntarnos por la rigurosidad de su proceso de revisión.

Lecciones que aprender

Este caso es un buen ejemplo de cómo la desinformación puede propagarse en la era digital. Nos recuerda la importancia de ser escépticos y de analizar críticamente lo que leemos. No debemos dejarnos llevar por titulares llamativos sin comprobar los hechos.

En resumen, este «estudio» es un experimento brillante sobre cómo funciona la desinformación. Aprovecha los prejuicios y deseos de la gente, en este caso, la comunidad del cannabis, que está siempre deseosa de encontrar beneficios inesperados en el consumo de marihuana.

Así que ya sabes, la próxima vez que veas un estudio que suena demasiado bueno para ser cierto, párate a pensar. Porque si algo parece increíble, probablemente lo sea.

Acerca del autor

The Swami

Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.