El ministro de Sanidad, Somsak Thepsuthin, promete volver a penalizar la marihuana tras la ruptura con el partido Bhumjaithai mientras crece el caos legal y económico en torno a los miles de dispensarios ya establecidos
La batalla por el futuro del cannabis en Tailandia ha dado un giro brusco. El ministro de Sanidad Pública, Somsak Thepsuthin, ha anunciado que reintroducirá la marihuana en la lista de estupefacientes, dejando atrás la política de legalización impulsada por el partido Bhumjaithai y prometiendo una regulación más estricta que, según expertos, podría desatar una tormenta legal, económica y política.
De la legalización al retroceso: un giro inesperado
En una comparecencia cargada de firmeza, Somsak declaró que la marihuana será reubicada en la Categoría 5 de sustancias prohibidas, una clasificación que la devolvería al estatus de droga ilegal para uso recreativo. “Definitivamente volverá a la lista de narcóticos”, sentenció.
Esta postura representa un cambio de timón respecto a la liberalización promovida en 2022 por el entonces ministro de Sanidad y líder del partido Bhumjaithai, Anutin Charnvirakul, quien convirtió la legalización del cannabis en su bandera electoral. Aquella reforma, que permitió su uso medicinal y desató una explosión de negocios relacionados, ahora se enfrenta a su posible fin.
Miles de tiendas y una economía en vilo
Desde la despenalización, se calcula que entre 15.000 y 20.000 tiendas de cannabis han abierto en todo el país. El mercado tailandés mueve unos 40.000 millones de baht anuales (más de 1.000 millones de euros). La posible re-clasificación como droga prohibida dejaría a esta industria colgando de un hilo, afectando a miles de empleos, inversiones privadas y una creciente economía turística centrada en el “turismo verde”.
“No es una vendetta política”, asegura Somsak tras la salida del partido Bhumjaithai de la coalición de gobierno la semana pasada. Pero el momento elegido para endurecer las reglas y la vehemencia del mensaje no han pasado desapercibidos.
Reglas nuevas y controles estrictos
Como parte del endurecimiento, Somsak ha firmado una orden que exige receta médica y certificado de diagnóstico para adquirir cannabis medicinal. Además, se estudia una nueva regulación que impondría:
- Presencia obligatoria de médicos en cada tienda
- Inspecciones mensuales por parte de las autoridades
- Revocación de licencia tras dos infracciones
Una maniobra que amenaza con reducir drásticamente la presencia de tiendas y el acceso al producto incluso con fines terapéuticos.
Bhumjaithai se defiende y acusa a Sanidad de pasividad
El partido Bhumjaithai, por su parte, ha respondido con dureza. Supachai Jaisamut, uno de sus altos cargos, acusó al Ministerio de Sanidad, ahora en manos del Pheu Thai, de “inacción” y de permitir una expansión caótica por falta de legislación específica. Recordó que el Parlamento, con apoyo del Pheu Thai, aprobó la despenalización, pero no se implementaron controles adecuados a tiempo.
Desde el gobierno, la diputada Rinthipond Varinvatchararoj replicó acusando al Bhumjaithai de “abrir la puerta sin dejar instrucciones” y defendió la posición histórica del Pheu Thai a favor de un uso exclusivamente médico y regulado del cannabis.
“Una pesadilla legal y económica”
Expertos advierten que revertir la legalización ahora podría desatar un laberinto legal con demandas, cierres masivos y pérdidas económicas millonarias. En las zonas turísticas, donde los dispensarios son ya parte del paisaje urbano, la reacción podría ser especialmente intensa.
“El sueño verde podría convertirse en pesadilla si no se gestiona con cabeza”, opinan voces del sector.
Una batalla más política que medicinal
Aunque el ministro niega que se trate de una represalia política, resulta difícil desligar esta ofensiva del reciente abandono del gobierno por parte del partido que convirtió el cannabis en política de Estado. Para muchos observadores, el conflicto es más un pulso de poder que una medida sanitaria.
En el mientras tanto, la industria del cannabis tailandés sigue operando, entre la incertidumbre y el desconcierto, a la espera de una legislación que, según el propio Somsak, tal vez “nunca llegue a aprobarse”.
Acerca del autor
Escritor especializado en cannabis y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.