Descubre los efectos, aplicaciones médicas y diferencias entre la DMT y 5-MeO-DMT, compuestos clave en la neurociencia y la medicina psiquedélica

¿Qué son las triptaminas de acción ultracorta?

Como es de todos sabido, la ayahuasca es la decocción de la liana amazónica Banisteriopsis caapi, rica en harmina, harmalina y tetrahidroharmina, compuestos químicos pertenecientes a la familia de las beta-carbolinas. Dependiendo de la cultura, zona geográfica, curandero, chamán… a esta decocción se le adicionan diferentes plantas. La forma de decocción que ha terminado popularizándose en occidente ha sido su combinación con DMT (N,N-Dimetiltriptamina), pero, de acuerdo con el antropólogo Josep Maria Fericgla, existen más de 5.000 recetas diferentes para preparar ayahuasca. También es de todos sabido que los efectos psicoactivos de la ayahuasca se deben a que las betacarbolinas funcionan como IMAOs (inhibodores de la monoaminooxidasa), una enzima presente en el tracto gastrointestinal, impidiendo la degradación de la DMT por parte de aquellas, algo que ocurriría si se ingiriese la DMT por vía oral tal cual. Al impedir las betacarbolinas, la degradación de la DMT puede llegar al cerebro y desplegar allí su psicoactividad.

Es curioso cómo los indios amazónicos han sido expertos en aprovechar los principios activos de las plantas para refinar, en la medida de sus posibilidades, los métodos de extracción y de ingesta. Así, la ayahuasca no es más que la forma de hacer prolongar en el tiempo los efectos de la DMT y de hacerla eficiente ingiriéndola por vía oral. Uno puede hartarse de tomar DMT pura por vía oral que si no la acompaña de un IMAO morirá antes por indigestión que por sobredosis. Así que la otra forma de ingerir DMT es obvia: esnifándola.

Hay multitud de plantas que contienen DMT, aunque las más utilizadas en la Amazonia en forma de preparado para ser esnifado contienen un análogo: la 5-MeO-DMT (5-MetOxi-Dimetiltriptamina), que se encuentra presente en las semillas de diferentes especies de virolas y anandatheras, siendo los preparados más populares el yopo y el epená. La 5-Meo-DMT también se encuentra presente en el veneno del sapo Bufu alvarus. La 5-MeO-DMT se transforma en bufotenina en nuestro cerebro. Tanto la DMT como la 5-MeO-DMT se pueden fumar en forma de base libre y es ahí cuando su acción se vuelve ultracorta. Los efectos aparecen inmediatamente tras la inhalación, el efecto máximo se mantiene por unos cinco minutos para ir progresivamente decayendo hasta desaparecer hacia los veinte minutos, dejando un efecto residual placentero y relajante que puede prolongarse durante horas. Aunque, obviamente, hay diferencias individuales para este perfil.

El descubrimiento de la DMT es bastante curioso y es una de las pruebas que rompe las diferencias entre las drogas de síntesis y las de origen natural. La DMT se sintetizó originalmente en los años 50 del siglo pasado, luego es una droga de síntesis en toda regla. Lástima que solo unos años después se descubriera que estaba contenido naturalmente en numerosas plantas e incluso (oh, sorpresa) como molécula endógena del sistema nervioso de muchos animales, incluyendo el animal humano. También llevamos 5-MeO-DMT adentro de nosotros aunque, a pesar de las muchas especulaciones que circulan por ahí sobre el papel de las triptaminas psicoactivas endógenas, incluyendo la fábula de la relación entre DMT y la glándula pineal, lo cierto es que no se tiene ni pajolera idea de para qué sirven, si es que sirven para algo. Los más optimistas piensan que no es un producto de deshecho del metabolismo de nuestro organismo y que algún día se descubrirá su importante función. Los aguafiestas, entre los que me incluyo, pensamos que no es más que uno de tantos compuestos que regulan nuestra fisiología. Quizás con importantes funciones o quizás no. En cualquier caso una o unas más dentro de la infinidad de compuestos que llevamos adentro y que es ingenuo pensar en su mayor importancia relativa.

Te puede Interesar
Las semillas de la bufotenina: cébil y yopo

Pensemos a este respecto en la anandamida. Iba a ser la molécula endógena cannabinoide que iba a revolucionar la medicina. Hoy día ya se han descubierto decenas de endocannabinoides distintos. Y es que la fantasía de las moléculas mágicas es muy de los psiquiatras, con sus modelos biológicos reduccionistas en los que tratan de explicar funciones complejas de manera simple. Sorprende su resistencia a la frustración ante el fracaso. Siempre aparece un psiquiatra iluminado con una nueva Teoría del Todo basada en un compuesto singular. Lo sorprendente es cómo sus modelos se convierten en memes que para la comunidad científica no pasan de la charlatanería pero que quedan firmemente arraigados en la cultura popular.

Por seguir con la DMT, la 5-MeO-DMT y otras triptaminas, como la psilocibina o las decenas de triptaminas de síntesis creadas por el alquimista (en el más positivo de los sentidos) Alexander Shulgin, conviene recordar que todas son compuestos similares a la serotonina, un neurotransmisor básico en el sistema nervioso de los mamíferos. Existe todo un complejo sistema de señalización serotoninérgico, igual que existe el dopaminérgico, el glutamatérgico, el endocannabinoide, el endopiáceo, etc., etc., etc., y digo etc. porque cada día se van descubriendo nuevos compuestos, nuevas formas de señalización, nuevos sistemas complejos de regulación fisiológica. Luego reducir funciones tan inabarcables como la conciencia a sustancias tan simples como la DMT, cuando se pone en perspectiva toda la complejidad fisiológica humana, resulta, cuando menos, ingenuo. El nombre químico de la serotonina es 5-HT (esto es, 5-hidroxi-triptamina). Esto quiere decir que la serotonina es una triptamina, existen numerosos receptores para la triptamina en nuestro sistema nervioso, así como numerosas moléculas triptamínicas. Todas forman parte del sistema serotoninérgico y cada una de ellas tiene su función. Y probablemente todas son más o menos igual de importantes.

Aplicaciones médicas de las triptaminas 

Que la DMT o la 5-MeO-DMT sean incapaces por sí mismas de ofrecer respuestas a Teorías del Todo sobre la conciencia no quiere decir que no tengan su interés y posible aplicación en medicina. Es más, una vez desbloqueado el estigma sobre el potencial médico de los psiquedélicos, cada vez se van descubriendo nuevas aplicaciones. Aplicaciones que van, además, más allá de la terapia psiquedélica.

Desde mi punto de vista, quizás las aplicaciones más interesantes son en el tratamiento de enfermedades inflamatorias de origen inmunitario, como por ejemplo la arterioesclerosis, la artritis reumatoide o la esclerosis múltiple. Esto se debe al papel agonista de la DMT sobre los receptores sigma-1, un tipo de receptor nervioso implicado en estas enfermedades. Sin querer lanzar campanas al vuelo, conozco de primera mano al menos un caso de artritis reumatoide en el que dosis bajas fumadas de DMT eliminan durante horas y completamente el dolor y la rigidez. No cura pero alivia. En la sección Para saber más. El otro descubrimiento es que las triptaminas psicoactivas puede que sean neuroprotectoras y que incluso promuevan la plasticidad cerebral. De momento un estudio reciente de nuestro grupo ha encontrado que el uso continuado de ayahuasca produce modificaciones físicas en el cerebro.

Te puede Interesar
Terapias psicodélicas en auge: ¿Qué sigue en su camino hacia la aprobación?

Efectos subjetivos

Por último, hay diferencias en efectos subjetivos entre la DMT y la 5-MeO-DMT. Aunque el patrón de conciencia es idéntico: fragmentación de la realidad, desconexión del cuerpo manteniendo un hilillo de conciencia que nos une con la realidad y duración ultracorta de los efectos, sorprendentemente las visiones de la 5-MeO-DMT son sin colores, es todo luz blanca, mientras que la DMT es puro juego artificial visual. Futuros estudios neurocientíficos comparando ambos compuestos nos darán claves importantes para seguir desgranando los misterios del cerebro, la conciencia y la magia de la subjetividad.

Para saber más

Carbonaro TM, Gatch MB. 2016. Neuropharmacology of N,N-dimethyltryptamine.

Brain Res Bull. pii: S0361-9230(16)30090-9. doi: 10.1016/j.brainresbull.2016.04.016. http://goo.gl/EoVMgY

Frecska E, Bokor P, Winkelman M. 2016. The Therapeutic Potentials of Ayahuasca: Possible Effects against Various Diseases of Civilization. Front Pharmacol. Mar 2;7:35. doi: 10.3389/fphar.2016.00035. http://goo.gl/K1CERW.

Szabo A. 2015. Psychedelics and Immunomodulation: Novel Approaches and Therapeutic Opportunities. Front Immunol. Jul 14;6:358. doi: 10.3389/fimmu.2015.00358. http://goo.gl/Tjzljt.

 

Acerca del autor

Jose Carlos Bouso

José Carlos Bouso es psicólogo clínico y doctor en Farmacología. Es director científico de ICEERS, donde coordina estudios sobre los beneficios potenciales de las plantas psicoactivas, principalmente el cannabis, la ayahuasca y la ibogaína.