Terminamos el capítulo dedicado a la G13 tras haber desvelado sus “misterios” y terminando con el mito de su origen, aunque como sucede con la mayoría de estas variedades “históricas”, resulta imposible determinar exactamente cómo, dónde y de que manera se produjo el inicio de la línea. Con los pies en la tierra y yendo a lo práctico, vamos a ver cómo tratar correctamente a sus hijas, nietas y demás descendencia.

 Texto y Fotos: Luis Hidalgo

 Lo cierto es que, por muy lamentable que sea, el negocio de las semillas de cannabis es quizá uno de los más engañosos en cuanto a su marketing, utilizando técnicas y publicidades que en ocasiones rozan lo surrealista para desgracia del cannabicultor, novel o experimentado. Cualquiera que haya cultivado unas cuantas veces o lleve algunos años comprando semillas habrá podido comprobar como ha evolucionado este mercado, desde los 3 ó 4 bancos holandeses que todos conocemos y que empezaron a comercializar grano de cannabis narcótico a escala mundial, hasta la mirada de bancos que existen al día de hoy, la gran mayoría de origen español.

No sabemos bien porqué, pero la realidad es que casi desde el primer momento se ha hecho uso de ese “marketing mitológico” a la hora de sacar variedades al mercado, nuevas o no, quizá alentado por la ilegalidad del cultivo de cannabis (para producir semillas hay que cultivar) y la prohibición de su consumo. En cualquier caso, el sentido común nos dice que resulta muy improbable que todas y cada una de las más de dos mil variedades que han aparecido en los últimos años son “nuevas”, pero entonces, si no son nuevas, ¿Qué son?

Cogollo de G13 en todo su esplendor

La Familia Crece

 La realidad es que muchas de las nuevas variedades aparecidas son muy semejantes unas a otras, aunque cambie su descripción o su genética, además de la falta de estabilidad que presentan en su mayoría. Esto se debe a distintos motivos, pero quizá el más importante es el uso generalizado del Tiosulfato de Plata, compuesto químico que transforma en machos a las hembras del cannabis, y que en ausencia de proceso alguno de crianza, acaba homogeneizando las genéticas haciendo que cada vez haya menos diferencia entre variedades.

Por otra parte, y en el caso que nos ocupa, la famosa G13 es anterior a la aparición de las técnicas de inversión sexual en el cannabis y es por esto que nunca se reprodujo la variedad pura en forma de clon hembra, siendo cruzada con diferentes parentales con la intención de preservar sus genes en la descendencia. Más tarde aquellos híbridos continuaron cruzándose una y otra vez con las variedades de moda dando lugar a más de 200 variedades que contienen G13 en alguna medida.

Como indicábamos en el número anterior, resultaría casi imposible determinar un régimen nutricional óptimo para cada una de ellas, e incluso agrupándolas en categorías del tipo índica dominante o sativa dominante la tarea continúa siendo complicada, por lo que vamos a hacerlo usando una clasificación muy poco habitual, basada en algunas características únicas de los híbridos originales que con frecuencia se manifiestan el la descendencia. De esta forma, tras identificar el grupo al que pertenece el híbrido de G13 que estemos cultivando si que podremos aplicar el régimen nutricional adecuado para esa variedad en cada ciclo, vegetativo y floración.

Así pues, tenemos por una parte aquellas variedades que parten del cruce con Super Silver Haze, por otra las que llevan Skunk y por último las que presentan dominancia Afghana o Kush. Vamos a ver cómo podemos hacer para clasificar nuestra variedad y así determinar sus parámetros nutricionales óptimos.

Planta de cannabis variedad G13 en crecimiento

¿Dónde está Wally?

Los cannabicultores con más años de experiencia se habrán percatado de una cosa, no siempre evidente y no siempre detectada o explicado su motivo: Distintas variedades presentan las mismas reacciones ante determinados estímulos, siendo éstas reacciones claramente identificables a lo largo de los distintos cultivos. Por ejemplo, con toda seguridad más de un cannabicultor habrá tenido plantas a las que al principio de la floración se les tuerce siempre hacia la derecha el foliolo central de las hojas de 5 a 7 foliolos. Si este fenómeno llamó la atención del cannabicultor y esté investigó sobre la cuestión con seguridad llegó a dos conclusiones claras: Sólo sucede si el pH de la tierra o la solución nutriente está por encima de 6 y cuando la variedad contiene Jack Herer no feminizada de Sensi Seeds anterior al año 2000. De hecho, fue esta variedad la que pasaba ese carácter recesivo a la descendencia hasta que fue corregido, suponemos, seguramente usando la selección de Dinafem en forma de Moby Dick. De esta manera podemos identificar si una determinada variedad contiene Jack Herer pre 2000, independientemente de lo que diga el catálogo sobre su composición.

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Precisamente, como curiosidad o extraña coincidencia, el año 2000 fue un año en el que se “mejoraron” algunas variedades también históricas o al menos reconocidas como “diferentes” a causa de alguna característica destacable como la Kali Mist, la Northern Lights o la misma Jack Herer. En principio, estas mejoras del año 2000 trataban de subsanar estos pequeños inconvenientes que realmente son manifestaciones fenotípicas de un carácter recesivo, aunque los cannabicultores que hayan trabajado con las versiones originales quizá las prefieran, pues existen diferencias notables en la producción y todas han perdido algo de estabilidad. También es cierto que la versión actual tampoco es exactamente la del 2000, pues en la hornada de la campaña actual se vuelven a notar pequeños matices, sobre todo en el tiempo de floración.

En el caso que nos ocupa, las variedades descendientes o que contienen G13 en su genética también muestran signos que delatan su presencia, si bien esto tampoco es determinante y pueden existir individuos que tengan G13 entre su ascendencia y no manifiesten estos caracteres recesivos.

La dieta adecuada

 Un detalle que debería mostrar toda variedad que contenga G13 en un porcentaje superior al 25%, independientemente del resto de sus componentes es la decoloración del tallo principal a partir de la etapa pico de floración, lo cual sucede tanto con pH alto como bajo y por muy bien nutrida que se encuentre la planta siempre que cultivemos en interior con menos de 1.000 Watios por metro cuadrado. En exterior también sucede cuando las plantas reciben menos de 8 horas de luz directa. Esta característica suele ir acompañada de una coloración púrpura profundo de las ramas secundarias en el momento en que las temperaturas nocturnas o de apagado de las lámparas baja de los 18º C. Sin embargo, lo anterior no afecta ni a la producción ni a la densidad de los CogollCs.

Para saber si nuestra variedad contiene G13 x Skunk, debemos observar su reacción una vez las plantas alcanzan su madurez sexual, es decir, que muestran preflores aún manteniéndolas en estado vegetativo. Si las regamos con un pH por debajo de 6 y las hojas principales adquieren un color verde muy oscuro, podemos decir que los genes G13 x Skunk se encuentran en ella, en cuyo caso a partir de ese momento tendremos que mantener un pH de salida (no del agua de riego) de 6,4 como mínimo cultivando en tierra y de 5,8 en hidro para evitar que se mantenga la hipercoloración de las hojas que se debe a una tara genética, la responsable de que con pH bajo el sistema de transporte y fijación de nutrientes no funcione correctamente, en concreto acumulando hiero y nitrógeno de manera ineficiente en las hojas principales.

Esto produce dos efectos negativos: Es muy fácil quemar las plantas si aportamos demasiado nitrógeno o la tierra está muy cargada de este elemento nutricional. Además, en caso de que no llegue a darse esta “sobredosis”, dichas hojas amarillearán rápidamente nada más comenzar la floración, cayendo por si mismas, mientras que las pequeñas hojas que aún nacen entre los cogollos siguen almacenando Hierro y Nitrógeno, lo que provoca que la hierba una vez cosechada y seca sea expectorante y cueste mucho conseguir que no haga toser, aún con un largo proceso de curado.

Si el híbrido que hemos plantado es descendiente de G13 x Super Silver Haze, la cosa es algo más complicada, aunque también existen algunos matices que pueden identificar su presencia. Para empezar, es en estos híbridos en los que más se nota la “suplantación de personalidad” que comentábamos en el número anterior. Para aquellos que no lo hayan leído, recordamos que nos referimos a que si bien mantienen un patrón de crecimiento índico, incluyendo fenotipo y tiempos de floración y maduración, proporcionan aromas, sabores y sobre todo psicoactividad claramente sativos. También nos referimos al aspecto de la planta, que comienza con hojas de foliolo ancho y redondeado, típico Afghani, estrechándose y afinándose poco a poco según avanza la floración, para terminar con el habitual final sativo, o sea, maduración lenta y ligero estiramiento de los cogollos (más cuanto menos potencia de luz reciban).

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Para ir terminando, las descendientes de G13 x líneas afganas o Kush son las más fáciles de identificar: Nunca producirán hojas de más de siete foliolos por mucho vegetativo que les demos y son las que menos cambian en floración, aunque en algunos casos pueden provocar una psicoactividad completamente opuesta a lo que se espera de una sativa, con un colocón ciertamente índico y pesado, muy relajante, de las que últimamente se consideran “medicinales”. Éstas admiten unos valores de pH algo más altos, auque si pasamos de 6,8 en tierra o 6,2 en hidro se producirá el mismo efecto de coloración oscura que con las descendientes de G13 x Skunk, que unido a la decoloración de tallos general que mencionábamos antes, si produce en este caso una merma notable en la producción final, por lo que deberemos observar este detalle teniendo mucho cuidado de monitorizar y corregir el pH de manera correcta, lo que podremos comprobar en cuanto las hojas principales vuelvan a tener un verde normal, no tan oscuro.

Cogollo resinoso de G13

Conclusión

En general, todas las variedades descendientes de G13 son buenas para interior y mas en concreto para la técnica SOG (Sea of Green) debido a su estructura monocCogollo de g13ogollo o columnar, que forma un gran cogollo central, por lo que no es nada conveniente aplicar podas en las puntas, ya que la ramificación en este caso se dispara y acaba produciendo gran cantidad de pequeñísimos cogollos.

Otro dato común a todos estos híbridos es que en floración funcionan sin mayores problemas, salvo por el hecho de que suelen ser muy sensibles al fósforo, quemándose con facilidad ante pequeños excesos de éste macronutriente. Una curiosidad es que las plantas en fresco van adquiriendo un aroma más o menos ácido dependiendo de la cantidad de fósforo presente en la nutrición. Habremos de tener cuidado, pues este aroma ácido se conserva tras la cosecha, necesitando entre quince días y un mes de curado en botes herméticos una vez secas las ramas. Pasado éste tiempo, los toques ácidos desaparecen quedando un agradable aroma de gran bouquet.

La psicoactividad suele ser de una potencia razonable, sin llegar a los extremos de otras variedades quizá menos renombradas, aunque esto usualmente queda compensado con creces por la alta productividad que proporcionan casi todos los híbridos G13, aunque como comentábamos en el número anterior sólo los primeros híbridos contienen G13 como parental hembra, y realmente pocas variedades contienen un 50% o más de G13.

En la próxima entrega comenzaremos una nueva andadura en esta serie, comenzando con el cultivo de variedades realmente medicinales y susceptibles de ser utilizadas en programas de cultivo para uso médico. Hasta entonces, un saludo.

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.