Con el cannabis medicinal ahora legalizado en muchas partes del mundo, hay un creciente interés en su uso para aliviar los síntomas de muchas enfermedades, incluyendo la enfermedad de Parkinson (PD).
Según los resultados de una encuesta de pacientes con DP en Alemania en el Journal of Parkinson’s Disease, más del 8% de los pacientes con DP informaron que usaban productos de cannabis y más de la mitad de esos usuarios (54%) un efecto clínico beneficioso.
Los productos de cannabis que contienen THC (tetrahidrocannabinol, el principal compuesto psicoactivo del cannabis) se pueden prescribir en Alemania cuando las terapias anteriores no son infructuosas o no se toleran, y donde se puede esperar cannabis con una oportunidad no muy improbable de aliviar los síntomas incapacitantes.
CBD (cannabidiol puro, derivado directamente de la planta de cáñamo, un primo de la planta de marihuana) está disponible sin receta médica en farmacias y en Internet.
Los investigadores tenían como objetivo evaluar las percepciones de los pacientes sobre el cannabis medicinal, así como evaluar las experiencias de los pacientes que ya utilizan productos de cannabis. Realizaron una encuesta nacional, transversal y basada en cuestionarios entre los miembros de la Asociación Alemana de Parkinson (Deutsche Parkinson Vereinigung e.V.), que es el mayor consorcio de pacientes con DP en países de habla alemana con casi 21.000 miembros. Los cuestionarios se enviaron en abril de 2019 con la revista de membresía de la asociación y también se distribuyeron en la clínica de investigadores.
Se analizaron más de 1.300 cuestionarios; los resultados mostraron que el interés por la comunidad de DP en el cannabis medicinal era alto, pero el conocimiento sobre diferentes tipos de productos era limitado. El 51% de los encuestados era consciente de la legalidad del cannabis medicinal, y el 28% conocía las diversas vías de administración (inhalación frente a administración oral), pero sólo el 9% era consciente de la diferencia entre THC y CBD.
Más del 8% de los pacientes ya utilizaban cannabinoides y más de la mitad de estos usuarios (54%) informó que tuvo un efecto clínico beneficioso.
La tolerabilidad general era buena. Más del 40% de los usuarios informaron que ayudó a controlar el dolor y calambres musculares, y más del 20% de los usuarios informaron una reducción de la rigidez (akinesia), congelación, temblor, depresión, ansiedad, y piernas inquietas. Los pacientes informaron que los productos de cannabis inhalados que contenían THC eran más eficientes en el tratamiento de la rigidez que los productos orales que contenían CBD, pero eran ligeramente menos bien tolerados.
Los pacientes que usaban cannabis tendían a ser más jóvenes, viviendo en grandes ciudades y más conscientes de los aspectos legales y clínicos del cannabis medicinal. Sesenta y cinco por ciento de los no usuarios estaban interesados en el uso de cannabis medicinal, pero la falta de conocimiento y el miedo a los efectos secundarios fueron reportados como razones principales para no probarlo.
“Nuestros datos confirman que los pacientes con DP tienen un gran interés en el tratamiento con cannabis medicinal, pero carecieron de conocimiento sobre cómo tomarlo y especialmente las diferencias entre los dos principales cannabinoides, THC y CBD“, señaló el Profesor Dr. Med. Buhmann. “Los médicos deben tener en cuenta estos aspectos al aconsejar a sus pacientes sobre el tratamiento con cannabis medicinal. Los datos aquí reportados pueden ayudar a los médicos a decidir qué pacientes podrían beneficiarse, qué síntomas podrían ser abordados, y qué tipo de cannabinoide y vía de administración podría ser adecuado.”
“La ingesta de cannabis podría estar relacionada con un efecto placebo debido a las altas expectativas del paciente y el acondicionamiento, pero incluso eso puede ser considerado como un efecto terapéutico. Sin embargo, hay que subrayar que nuestros hallazgos se basan en informes subjetivos de pacientes y que se necesitan urgentemente estudios clínicamente adecuados”, concluyó.
Bastiaan R. Bloem, MD, PhD, Director, Radboudumc Center of Expertise for Parkinson & Movement Disorders, Nijmegen, The Netherlands, and Co-En Chief of the Journal of Parkinson’s Disease, añadió: “Estos hallazgos son interesantes porque confirman un interés generalizado entre los pacientes en el uso del cannabis como un tratamiento potencial para las personas que viven con la DP. Es importante destacar que se necesita más investigación antes de que el cannabis pueda ser prescrito como tratamiento, y que las directrices actualmente recomiendan contra el uso de cannabis, incluso como automedicación, porque la eficacia no está bien establecida, y porque hay preocupaciones de seguridad (efectos adversos incluyen entre otros sedación y alucinaciones). Como tal, el presente documento sirve principalmente para enfatizar la necesidad de ensayos clínicos cuidadosamente controlados para establecer aún más la eficacia y la seguridad del tratamiento con cannabis.”
Acerca del autor
Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.