El club cannábico Hierbania, en Caleta de Fuste (Fuerteventura), apuesta, entre sus objetivos, por combinar el disfrute del consumo de cannabis con otras actividades que van desde el deporte a las charlas informativas sobre consumo responsable y los entresijos jurídicos y penales en torno a la sustancia.

 

Hace escasamente 8 meses que un grancanario de 32 años, Narest Díaz Ceroso, y un grupo de amigos decidieran abrir un centro en donde poder compartir su pasión común por el consumo de cannabis. «La idea surgió porque ya estábamos cansados de adquirir y fumar la marihuana en la calle. Queríamos salir del mercado negro que se mueve por las calles y tener un lugar donde poder fumar tranquilos, en compañía de todos». Esa idea hecha realidad recibe el nombre de Hierbania.

El centro ostenta en la actualidad 122 socios fijos y entre 90 y 100 socios activos (que acuden de forma regular al establecimiento). Esos socios destinan una cantidad de dinero que va dirigida al mantenimiento del local, el cultivo, así como las diversas actividades que tienen previstas para estos meses. Actividades entre las que se incluye un campeonato de ping-pong, clase de idiomas y charlas informativas sobre un consumo responsable y los aspectos jurídicos y legales que hay sobre el consumo de estos productos.

Sin embargo, pese a que España se coloca como el tercer país de la UE en consumo de este tipo de sustancias, según los datos reflejados en enero de este año por el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías, la nueva Ley de Seguridad Ciudadana contempla más trabas y penalizaciones para su consumo.

Según comenta este canario residente en Fuerteventura desde hace casi 10 años, las multas han incrementado mucho desde su aprobación con sanciones que llegan hasta los 30.000 euros por tenencias de cultivos privados de cannabis. «Lo que conlleva todo esto es que haya mucho más mercado negro porque a la gente si le sancionan por tener cultivos en casa tendrá que irse a la calle a buscarlo más barato». 

Los clichés la imagen de la marihuana sigue provocando cierto rechazo entre la población. «Cuando creamos la asociación, otro de los objetivos que nos marcamos fue que la gente abandonara esa idea de que  somos un grupo de amigos que fuman porros. A Hierbania viene gente de todo tipo y perfiles, desde personas con títulos universitarios hasta gente que ocupa cargos en el sector turístico».

Un problema que aumenta con el desconocimiento. «Es importante que la gente deje de asemejar el cannabis con drogas, eliminar esa idea». Pasado el verano, el centro celebrará  una fiesta de inauguración en octubre para darse a conocer como centro sin ánimo de lucro y en donde «poder presentarse ante la isla y ante el resto de locales similares en Fuerteventura».

Talleres de Idiomas. Aprendizaje de Inglés y Español. Por geografía, una de las desventajas que existe para entrar en Hierbania es el idioma. «Hace pocos días hablé con un compañero que tengo que estudió Traducción. Llegamos a la conclusión de que sería bueno impartir clases de inglés y español para que los socios se puedan comunicar y entenderse entre ellos». Las clases empezarán previsiblemente el miércoles en horario de tarde de 17.00 a 18.00 horas, aunque la oferta se puede ampliar a horario de mañana «en función de la demanda que haya por parte de los socios e interesados». Toda la información referente a estas clases está publicada en el perfil de Facebook de Hierbania y en el mismo centro.                                   

Consumo Responsable. «También hacemos charlas donde viene personal del sector sanitario para dar información sobre un consumo responsable del cannabis y demás temas sobre la materia», explica Narest. Al club acude, además, un abogado que da contenidos sobre  legislación y leyes sobre el cannabis en España.

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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.