Investigadores del Departamento de Cirugía de la Universidad de California en Irvine, EE. UU., utilizaron la base de datos del Programa de mejora de la calidad del trauma de 2017 para comparar pacientes con trauma con y sin consumo de cannabis. Los consumidores de cannabis eran más jóvenes pero tenían una mediana de gravedad de las lesiones similar en comparación con los pacientes que no consumían cannabis.
El análisis multivariable de los datos mostró que el riesgo de mortalidad era un 21 % menor en los consumidores de cannabis (OR 0,79) y este efecto era muy significativo (P < 0,001). Los autores concluyeron que los consumidores de cannabis “tenían un menor riesgo de mortalidad asociado en comparación con” los no consumidores de cannabis. Escribieron que estos “hallazgos requieren corroboración con futuros estudios clínicos prospectivos y evaluación de ciencia básica para determinar la base fisiopatológica exacta y, por lo tanto, orientar posibles intervenciones”.
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Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.