La reclasificación del cannabis en EE.UU. impulsa una revolución internacional en el tratamiento y legislación del cannabis

El pasado 12 de enero, el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés) dio un paso que podría cambiar el curso de la historia medicinal y legislativa del cannabis. Emitieron una carta, acompañada de un detallado informe de 252 páginas, que deja poco margen a la Agencia de Control de Drogas (DEA) para ignorar las evidencias sobre los beneficios del cannabis. Esta acción allana el camino para que EE.UU. reclasifique el cannabis, pasando de ser una droga de Lista I a una de Lista III.

Pero, ¿qué significa esto en términos más sencillos? En esencia, la más poderosa autoridad reguladora del mundo está reconociendo que el cannabis no solo es seguro, sino que es un medicamento efectivo para al menos 15 afecciones, especialmente para el dolor. Este reconocimiento ha resonado en todo el planeta, incitando a reguladores de diversos países a reconsiderar y actualizar sus políticas sobre el cannabis.

El mercado internacional del cannabis medicinal se encuentra en un punto de inflexión. Este año, se anticipa que más países seguirán los pasos de Estados Unidos y Alemania, que probablemente eliminará la clasificación de narcóticos del cannabis. Aunque estos cambios pueden parecer simbólicos, tienen un profundo significado. Ya es bien sabido que el cannabis tiene beneficios medicinales, pero estas decisiones representan un cambio en la percepción oficial y abren la puerta a una regulación más acorde con los estándares globales.

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La carta del HHS y el informe adjunto, preparado por el personal de Sustancias Controladas de la FDA, ofrecen conclusiones clave. Por ejemplo, el documento sugiere que el “potencial de abuso del cannabis es menor que el de las drogas en las Listas I y II” y que hay “evidencia sustancial de la efectividad del cannabis en el tratamiento del dolor, especialmente el neuropático”. Además, resalta que los riesgos para la salud pública del cannabis son bajos en comparación con otras drogas de abuso.

Este anuncio no solo abre la puerta a una mayor investigación y desarrollo, sino que también proporciona una herramienta valiosa para que los reguladores de todo el mundo justifiquen el uso médico del cannabis como una alternativa más segura.

El 2024 se perfila como un año crucial para la regulación del cannabis a nivel internacional. Países como España, Chequia, Ucrania, Grecia, Japón, Tailandia, Brasil y incluso Albania están avanzando en reformas relacionadas con el cannabis. Algunos seguirán modelos estrictamente médicos, mientras que otros podrían optar por enfoques más sociales o de uso adulto.

El mundo está a punto de presenciar una transformación sin precedentes en la regulación del cannabis medicinal. La reclasificación en EE.UU., aunque tardía, marca el inicio de una nueva era en la que se reconoce no solo la seguridad del cannabis, sino también sus múltiples beneficios terapéuticos. Es un momento para hacer oír nuestras voces, tanto en la DEA como en los reguladores de todo el mundo, para mostrar cómo avanzar y desmentir la narrativa falsa de que no existen beneficios médicos del cannabis.

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Acerca del autor

Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.