La nueva ley permite el consumo y cultivo privado, pero prohíbe la venta recreativa. Agricultores y pequeños empresarios enfrentan barreras para entrar al mercado legal.
El 28 de mayo de 2024, Sudáfrica hizo historia al convertirse en el primer país africano en legalizar parcialmente el consumo recreativo de cannabis. La aprobación de la Ley de Cannabis para Fines Privados (CfPPA, por sus siglas en inglés) fue firmada por el presidente Cyril Ramaphosa justo antes de las elecciones generales de 2024, marcando un hito en la política de drogas del país.
¿Qué permite la nueva ley de cannabis en Sudáfrica?
- Se permite a los ciudadanos cultivar y consumir hasta 600 gramos de cannabis por persona (1.200 gramos por hogar) en espacios privados.
- Se pueden obtener licencias para la venta de cannabis con fines médicos o industriales.
- Se permite portar hasta 100 gramos de cannabis en espacios públicos.
- Está prohibido consumir cannabis en lugares públicos.
- La venta y distribución para uso recreativo sigue siendo ilegal.
- Conducir después de consumir cannabis está estrictamente prohibido.
Un largo camino hacia la legalización
La aprobación de esta ley es el resultado de un proceso que comenzó en 1998, cuando activistas pro-cannabis iniciaron un desafío constitucional. En 2018, el Tribunal Constitucional falló a favor de la despenalización del consumo de cannabis para fines medicinales y recreativos en espacios privados, pero la venta siguió siendo ilegal.
A pesar de las restricciones, clubes y dispensarios de cannabis han florecido por todo el país. Estos negocios, aunque técnicamente ilegales, operan abiertamente, vendiendo cannabis con receta médica, aunque en la práctica, casi cualquier persona con dinero puede acceder a estos productos.
Historia del uso del cannabis en Sudáfrica
El cannabis, conocido localmente como «dagga», llegó a África hace más de 1.000 años a través de las rutas comerciales entre Asia y África.
Los Khoisan y Bantu fueron las primeras comunidades documentadas en el sur de África que usaron la planta con fines medicinales, recreativos y posiblemente espirituales.
Durante la época colonial, los colonos holandeses e ingleses intentaron controlar el comercio del cannabis, pero fracasaron debido a la facilidad con la que crece la planta en la región.
Las zonas rurales del Cabo Oriental y KwaZulu-Natal se convirtieron en centros clave para el cultivo de cannabis debido a su clima ideal.
Prohibición y racismo colonial
En el siglo XIX, las autoridades coloniales comenzaron a asociar el consumo de cannabis con la «locura» y la delincuencia entre la población indígena y los trabajadores indios traídos para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar. En 1928, Sudáfrica prohibió por completo el cannabis, una política que se mantuvo durante casi un siglo.
Desafíos actuales del mercado legal de cannabis
Licencias costosas y procesos burocráticos
El proceso para obtener una licencia de cultivo y venta de cannabis medicinal es complejo, largo y extremadamente costoso, lo que excluye a pequeños agricultores y empresarios, especialmente a las comunidades rurales.
Desigualdad racial en la industria del cannabis
La Asociación de Agricultores Negros de Sudáfrica (BFASA) ha denunciado que las políticas actuales perpetúan el dominio de los empresarios blancos en la industria del cannabis.
Aunque el gobierno niega estas acusaciones, es evidente la disparidad entre la participación de agricultores blancos y negros en el mercado legal.
Mercado negro y extorsión criminal
El mercado ilegal de cannabis sigue floreciendo debido a las ambigüedades legales. Muchos empresarios han denunciado ser objetivo de extorsión por parte de bandas criminales y enfrentarse a prácticas corruptas de las autoridades locales.
Justicia penal pendiente
Aproximadamente 3.000 personas siguen encarceladas por delitos relacionados con el cannabis. Aunque se prometió que sus registros serían eliminados y que podrían solicitar indultos, la mayoría sigue en prisión.
El impacto económico y social del cannabis
La legalización parcial ha generado oportunidades económicas significativas, especialmente en las regiones agrícolas.
El turismo cannábico tiene el potencial de convertir a Sudáfrica en un destino atractivo para viajeros interesados en la industria del cannabis.
El cannabis medicinal ha demostrado ser efectivo en el tratamiento de enfermedades como la epilepsia, el cáncer y el dolor crónico.
Persisten preocupaciones sobre el aumento del consumo entre jóvenes y la falta de regulaciones claras para proteger a los pequeños agricultores.
Un futuro incierto, pero esperanzador
La aprobación de la Ley de Cannabis para Fines Privados marca un hito en la historia de Sudáfrica y representa un gran avance en la lucha por los derechos de los usuarios y cultivadores de cannabis.
Sin embargo, el camino hacia una regulación justa y equitativa aún está lleno de desafíos. La industria del cannabis tiene el potencial de transformar la economía sudafricana, pero esto solo será posible si:
- Se reducen las barreras económicas para la obtención de licencias.
- Se protege a los pequeños agricultores y empresarios.
- Se aborda la corrupción y la extorsión dentro de la cadena de suministro.
- Se implementan políticas inclusivas que beneficien a toda la población, no solo a unos pocos privilegiados.
Acerca del autor
Escritor especializado en cannabis y residente en Miami, combina su pasión por la planta con la vibrante energía de la ciudad, ofreciendo perspectivas únicas y actualizadas en sus artículos.