CBD para perros
En el número anterior de Cannabis Magazine os hablé sobre trastorno epiléptico que sufre una de mis perras, Nanú, y os expliqué que el CBD puede ser una alternativa a los problemáticos tratamientos con barbitúricos. En el artículo de hoy tratamos sobre el uso de CBD para perros y las dosis recomendadas.
Al igual que los humanos, los perros poseen un sistema endocannabinoide (SEC) y están preparados para beneficiarse de las bondades de estos compuestos orgánicos. En el número de hoy hablaremos sobre productos milagro que han sido creados específicamente para ellos y de la compleja situación a la que nos enfrentamos los dueños cuando queremos administrar cannabidiol (CBD) a nuestros perros.
Ahora que tenemos claro que nuestro perro tiene SEC y que, gracias al testimonio de decenas de dueños, el CBD puede hacer su vida un poco (o mucho) más llevadera, nos enfrentamos a la titánica tarea de conseguir que un veterinario nos diga qué cantidad de CBD debemos dar a nuestro perro.
En un primer momento, me puse en contacto con algunos veterinarios de mi entorno, teniendo que escuchar comentarios como: “¿De verdad quieres darle marihuana a tu perra?” o “Si te funciona, avísame, tengo una tortuga que no para de quejarse”. Lejos de generalizar y englobar a todos los veterinarios en esta pequeña muestra de contactos, debo decir que las personas con las que hablé dejan mucho que desear en lo que se refiere a su profesionalidad. Por mucho que les explicara que lo que quería darle a mi perra era extracto con CBD, proveniente del cáñamo y sin efectos psicoactivos debido a sus ínfimas cantidades de THC, ellos seguían tomándoselo a cachondeo o a la tremenda.
La novia de un amigo fue la veterinaria más comprensiva, aunque no me cabe duda de que un halo de escepticismo contaminó nuestra conversación. Y es que los gobiernos occidentales y los diversos organismos oficiales relacionados con las drogas han hecho tanto daño al cannabis que, en la actualidad, un considerable número de profesionales siguen pensando que los efectos y bondades de nuestra planta amiga, pese a estar científicamente demostrados, no tienen una validez real (parte de culpa le pertenece también a aquellos que exageran sus efectos y que, a día de hoy, siguen exclamando, sin ruborizarse, que a un amigo de un amigo “le curo totalmente el cáncer”).
En cualquier caso, me dijo que no sabía por dónde empezar para poder resolver mis dudas sobre la dosificación de CBD que necesitaba Nanú, que tiene un peso de 11 kg. Dado que no hay ningún estudio específico (al menos nosotros no lo hemos encontrado) ni ningún producto farmacéutico con CBD que esté concretamente destinado a perros, tendría que partir de testimonios, productos no farmacéuticos e información específica en internet.
De hecho, tal y como está la legislación en España, la novia de mi amigo me advirtió de que ningún veterinario debiera recomendar que nuestro perro tome CBD y mucho menos una dosis concreta, dado que no hay fundamentación y acuerdo científico. Me dijo que tenía sus dudas sobre la posibilidad de que represente un verdadero problema legal para el profesional en cuestión.
Productos milagro
Esta situación me llevó a buscar información al respecto en la red. Dado que las noticias y artículos en español son verdaderamente deficientes, sensacionalistas y, normalmente, carentes de cualquier contenido útil, tuve que buscar en inglés. Estas búsquedas me llevaron, principalmente, a páginas americanas y medios de comunicación de habla inglesa. Como cabe esperar, muchos de los sites americanos están vinculados a actividades comerciales con productos derivados del cáñamo.
Canna-Pet es una de las marcas comerciales que mejor ha sabido aprovechar el tirón y la desinformación de la mayoría de dueños que quieren usar CBD para mejorar la vida de sus mascotas.
Si entráis en su página web (canna-pet.com), podréis ver cómo, entre sus productos, se encuentran: Canna-Pet Advanced (suplementos de cáñamo para perros pequeños, medianos y grandes), Canna-Biscuits (galletas con sabor a bacon, pavo y cacahuete, banana y manzana, los tres con CBD proveniente del cáñamo) y Advanced MaxCBD, categoría en la que se mezclan los productos previamente mencionados con extractos en formato gotero que, aparentemente, contienen elevados porcentajes de CBD.
En ningún caso podemos ver cuánto CBD contienen ni sabemos la cantidad que le estamos dando a nuestros compañeros caninos. De hecho, Canna-Pet da pautas muy concretas sobre la cantidad de cada producto que debemos dar a nuestro perro en función a si es pequeño, mediano o grande, pero no nos informa sobre su contenido de cannabinoides ni, como recomiendan algunos veterinarios americanos, cómo debemos reajustar las dosis para que sean lo más efectivas posibles.
No sé qué pensarán los veterinarios pero, como dueño (por fea que suene el palabro de pertenencia, es la relación legal que tenemos con nuestros perros) me parece una deficiencia insalvable del producto y lo convierte en algo que yo, personalmente, nunca usaría con Nanú.
A Dan Goldfarb, propietario Canna-Pet Seattle, no parece importarle demasiado esta significativa carencia y habló con The Guardian sobre las diferencias entre el cáñamo y la marihuana para promocionar sus productos: “Es como las razas de perros: se puede tener un chihuahua o un gran danés, ambos son perros, pero se crían para arrojar características muy diferentes”[i].
Treatibles (treatibles.com) y Canna Companion (cannacompanionusa.com) son, junto a Canna-Pet, las principales compañías americanas que ofrecen productos a base de cáñamo que, supuestamente, contienen altos contenidos CBD. Dado que sus creaciones apenas contienen THC (entiendo que sí facilitarán a las autoridades pertinentes el porcentaje de cannabinoides que contienen para que puedan evaluar este aspecto), venden sus productos legalmente a través de sus páginas webs.
Son muchas las características que comparten estas compañías: las tres ocultan la cantidad de cannabinoides presentes en sus productos, las tres hacen recomendaciones posológicas estáticas (no varía la dosificación aunque está demostrado que la tolerancia a los cannabinoides sí va en aumento) en función a márgenes de tamaño demasiado inespecíficos (como hemos indicado, razas pequeñas, medianas y grandes) y, lo más importante, las tres prometen efectos asombrosos que harán de nuestro perro un ser superior. En sus páginas webs podemos leer cebos comerciales como: “armonía para toda la familia”, “salud óptima, confort y cuidados”, “ciencia cannábica para el mundo animal”, “los veterinarios lo recomiendan”, “tu mascota se merece lo mejor”, “resultados únicos”, etc. También podemos leer algunas afirmaciones difíciles de creer como: “nuestros productos son el resultado de 16 años de investigación sobre el sistema endocannabinoide” o “gracias a las aportaciones de cientos de científicos, investigadores médicos y veterinarios, hemos creado productos únicos”.
La doctora Sarah Brandon, veterinaria y cofundadora de Canna Companion, también estuvo encantada de promocionar sus productos a través del mencionado artículo publicado en The Guardian: “En los últimos 18 años, he administrado el cannabis a más de 4.000 animales y actualmente estoy analizando estos datos antes de ponerlos a disposición de la comunidad científica”.
Está bastante claro que estos productos provenientes del cáñamo tienen CBD, pero también parece evidente que las empresas omiten las cantidades específicas de cannabinoides y terpenos, así como la dosificación que recomiendan a los dueños, para evitar que el resto de empresas se beneficien de sus avances al respecto. Supongo que están en su derecho, aunque ejercer este derecho implique una ralentización considerable en el avance investigador sobre el tratamiento de mascotas con CBD y otros cannabinoides.
Productos con una cantidad determinada de CBD
Después de este breve y desagradable paseo por el exaltado mercantilismo que caracteriza a la industria americana, llegamos a lo que, a mi parecer, es una incuestionable conclusión: los dueños no deben comprar ningún tipo de producto que no especifique exactamente la cantidad de CBD que contiene. Puede que la posología esté estudiada y funcione, pero si desconocemos lo que le estamos dando a nuestros perros, difícilmente podremos redosificar si lo necesitan o recurrir a productos alternativos.
La solución: extractos de cáñamo con base de aceite que especifican las cantidades exactas de CBD que contienen. En el mercado español podemos encontrar varios productos con estas características y con diferentes cantidades de CBD.
Un buen ejemplo es el aceite de cáñamo de Sensi Seeds, que contiene 300 mg de CBD en 10 ml, es decir, aproximadamente un 3% de cannabidiol. El efecto séquito está asegurado pues la empresa holandesa afirma que su producto también contiene otros cannabinoides como el CBC (cannabicromeno), el CBG (cannabigerol) y el CBN (cannabinol); terpenos como el mirceno, el limoneno, el pineno, el linalol, el B-cariofileno, el óxido cariofileno, el humuleno y el nerolidol; y otras moléculas naturales como alcanos, compuestos nitrogenados, aminoácidos, azúcares, aldehídos, acetonas, flavonoides, glucósidos, vitaminas, pigmentos, agua y aceite de semilla de cáñamo, que funciona como base.
CBD para perros: Dosificación
A continuación, traduzco y transcribo un fragmento de uno de los artículos más específicos y fiables que he encontrado sobre la dosificación de productos derivados del cannabis en perros:
“Las dosis efectivas de cannabis terapéutico todavía no se han estudiado lo suficiente en mascotas. Lo mejor es comenzar con la menor cantidad posible y aumentar gradualmente la dosis cada cinco días, aproximadamente, hasta que se obtenga el efecto deseado. Si se observan efectos secundarios no deseados tales como sedación excesiva, desorientación, excitación, vómitos, etc., la dosis de cannabis es demasiado alta y la administración debe interrumpirse inmediatamente [diría que esta puntualización se refiere, más concretamente, a los productos que también contienen THC]. Una vez que los efectos secundarios hayan desaparecido, el animal puede volver a comenzar el tratamiento con una dosis más baja. La dosis máxima recomendada por el veterinario Robert Silver para productos con CBD es de alrededor de 1 mg/kg/día por vía oral, pero se debe comenzar con una fracción mucho menor, aproximadamente 0,05 mg/kg/día. En el caso de productos con THC, Silver recomienda comenzar con una dosis oral de 0,1 a 0,25 mg/kg una o dos veces al día.”[ii]
En el caso del mencionado producto de Sensi Seeds, una gota equivale, aproximadamente, a 1 mg de CBD, por lo que convendría disolverla y seguir las pautas indicadas por el veterinario Robert Silver si tu perro es de tamaño pequeño. En el caso de Nanú, que pesa 11 kg, he empezado con una dosis de, aproximadamente, 0,6 mg/día. Después de diez semanas, Nanú no ha vuelto a tener ningún ataque epiléptico, pero es posible que los ataques vuelvan a aparecer y que tenga que aumentar progresivamente la dosis. Por eso, es importante que comencéis con la dosis mínima efectiva.
Podríamos detenernos mucho más en diferentes cuestiones y artículos publicados sobre el uso de CBD en perros, pero creo que no hay necesidad de prolongar más esta serie. Con la información contenida en las dos partes publicadas, aquellos dueños que estéis pensando en usar CBD con vuestros perros tendréis algunas directrices útiles a vuestra disposición. En cualquier caso, es muy importante que sigáis informándoos a través de la red y que estéis atentos a los avances que muy pronto se producirán en estos ámbitos, principalmente por el filón económico que muchos empresarios ven en los derivados de cannabis para uso en mascotas.
REFERENCIAS
[i] Josiah Hesse. (23/05/2016). Pets on pot: is medical marijuana giving sick animals a necessary dose of relief? 31/08/2016, de The Guardian. Sitio web: http://goo.gl/CPCyZX.
[ii] Hawthorne Veterinary Clinic. (2016). Medicinal Cannabis & Pets. 03/09/2016, de hawthornevet.com. Sitio web: http://goo.gl/Ih5jCQ.
Acerca del autor
Xosé F. Barge se licenció en Periodismo en la UPSA. Posteriormente realizó el grado en Humanidades y se especializó en literatura distópica del s. XX. Es el Redactor jefe de Cannabis Magazine y El Cultivador.