La misteriosa hoja de coca, muy difícil de conseguir hasta la llegada de Internet, siempre ha estado envuelta en un incógnito y brumoso mundo mágico andino

Por LOA

Hace unos quince años, y gracias a la gentileza de una pareja que llegó de un largo viaje por Bolivia, pude probar por primera vez el sabor de la hoja de coca chupada, lo que en Sudamérica llaman acullicar, chacchar, pijchear, mambear, o coquear, como dicen en el norte de Argentina (Jujuy, Salta, Formosa, Tucumán y Catamarca), único país donde coquean los blancos y mestizos (mezclando hoja de coca que se vende en bolsas de 30 gramos, con bicarbonato sódico envasado en bolsas de 20 gramos).

UN POCO DE HISTORIA

La hoja de coca se usa en los Andes desde hace milenios. La evidencia arqueológica más antigua es de unos 5.000 años. Esta sagrada hoja es un elemento central de la cultura andina, y se la considera un alimento, medicina, afrodisíaco, y un embriagante ritual. La vida en un ambiente de oxígeno escaso, como la alta montaña andina, sería impensable sin una planta que favorece la circulación sanguínea y la respiración. Sin hoja de coca sería muy difícil la vida en el altiplano boliviano y la alta montaña. Para los nativos coca es vida, tanto por sus efectos como por su rendimiento económico.

En 1859 el químico alemán Albert Niemann aisló el espíritu activo de la hoja: la metil benzoil ecgonina, mas conocida por su nombre vulgar: cocaína (Rätsch 2005).

A finales del siglo XIX se vendían cigarros y cigarrillos hechos de hojas de coca, tanto en U.S.A como en Inglaterra, anunciados como remedio para la fiebre del heno, tos, catarro, asma, bronquitis, afonía, ronquera, inflamación de garganta, gripe, dolor de cabeza y neuralgias.

En 1863 el químico Angelo Mariani puso a macerar hojas de coca en vino dulce, y al brebaje le llamó “vino Mariani”. Fueron grandes bebedores la reina Victoria de Inglaterra, el papa León XIII, el sha de Persia, Thomas Edison, y muchos artistas e intelectuales. Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, probó por primera vez la cocaína pura y legal del laboratorio Merck en 1884. Siempre la consumió por la boca, usando de 50 a 10 mg, para sentir “el efecto estimulante maravilloso”. Hasta 1971 fue posible comprar un pequeño frasco de cocaína Merck, reputada como la mejor del mundo, a un vendedor callejero en alguna de las pendientes callejas de Bogotá (Henmann 2005).

Hoy la cocaína está prohibida pero la hoja de coca es legal en Colombia, Bolivia, Venezuela, norte de Argentina y Perú, donde la venden por Internet a todo el mundo mundial. En Ecuador sin ser legal se vende de forma abierta y tolerada; en Colombia pueden comprarse paquetes de medio kilo de hojas secas en herbolarios y tiendas para turistas de Bogotá y otras ciudades.

AUTOENSAYOS: LA HOJA VOLANDERA SURFEA POR INTERNET

Cualquiera que pruebe a teclear en un buscador de la red las palabras: coca hoja, verá que aparecen una serie de empresas del Perú con precios diferentes. Probé varias como cocatea.com ; inkanatural.com y el interesante blog mundomamacoca.multiply.com donde además de hoja entera y molida, también venden semillas fértiles frescas. Compré 900 gramos de hojas enteras secas por 75 € con el loable propósito del engrandecimiento de la ciencia. Tras un año desayunando cinco gramos de hojas de coca en infusión (hirviéndolas cuatro minutos) y otras pruebas, puedo decir que:

1- No he notado ningún efecto estimulante con cantidades inferiores a 10 g.

2- Al acabárseme las hojas No sentí ningún tipo de síndrome abstinencial.

3-  Requiero diez o quince gramos de hojas para sentir estimulación a la media o una hora, que con veinte gramos es potente. Dura casi dos horas y después NO hay bajón ni resaca. Diez gramos de hojas contienen entre 50 y 100 mg de cocaína (el 0,5 a 1% del peso de la hoja seca es cocaína).

4- El café, en cambio, me pone nervioso y me da una desagradable taquicardia.

En conclusión, prefiero el té de las cinco que empolvarme la nariz a las doce de la noche con una mezcla desconocida de adulterantes y disolventes: cafeína, procaína y demás anestésicos odontológicos, restos de ácidos, manitol (un tipo de azúcar), paracetamol, piracetam,etc. (Hidalgo 2008). Cuando quiera paracetamol o aspirina ya visitaré al boticario, gracias. Además el sabor de té de hoja de coca con un poco de leche y una cucharada de azúcar de caña integral es delicioso, insuperable. A veces endulzo la infusión con hojas de estevia (Stevia rebaudiana, ved CANNABIS MAGAZINE nº 81).

Por otra parte probé a meterme en el carrillo una cucharadita de hoja en polvo mezclada con bicarbonato sódico, en proporción de 30 gramos de harina de hoja de coca con 20 gramos de bica, y a la media hora con la segunda cucharadita empecé a encontrarme muy a gusto, con una agradable estimulación que, para ser mantenida, pide otra cucharadita a la media hora. El sabor de esta mezcla es para mi aceptable, aunque algunos amigos que participaron en la sesión de coqueo se vieron obligados a escupir y poner muecas de asco. Por eso el segundo experimento fue con una corteza molida que tiene la propiedad de volver dulce todo lo salado. Los indígenas Campa del Perú añaden la corteza de chamairo (Mussatia hyacinthina, una enredadera que también puede comprarse por Internet a ocho dólares la onza). El sabor de la mezcla triple (harina de coca –hoja en polvo- bicarbonato y chamairo) es dulce y agradable, pero aún así mucha gente es incapaz de mantener el bolo en la boca, o lo traga demasiado rápido o genera un abundante exceso de saliva que lava demasiado el bolo. En ambos casos la cocaína contenida en las hojas será absorbida por la mas lenta vía digestiva, en lugar de la rápida absorción por la mucosa bucal si el bolo se mantiene media hora en la boca. Así que no es tan fácil, para coquear hay que practicar, como decía un famoso investigador angloperuano: “El acto mismo de mascar algo y mantenerlo en la boca es culturalmente repelente para la mayoría de los blancos (…) la masticación de hojas de coca no parece que pueda convertirse en una tendencia de moda en el mundo industrial, pues carece de los elementos centrales de fácil consumo y satisfacción instantánea, y requiere en su conjunto demasiado cuidado y aplicación para que sea fácilmente asimilable al estilo de vida del consumidor moderno” (Henmann 2005). Por eso en Bolivia han puesto en el mercado el chicle “cocaplus”, de dulce sabor, caramelos de coca, cocalletas de naranja, miel de coca, mosto con extracto de coca, torta de coca y naranja y otras delicias que pueden verse en lacocaloca.blogspot.com

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Acaso mantener un carrillo abultado sea un inconveniente en la vida social Occidental, o acaso sirva en los círculos primitivistas y okupas para “recrear lo primitivo en la vida cotidiana” (Henmann 2005).

Esnifando una raya de cocaína de 50 miligramos la estimulación se nota en pocos minutos, pero la cantidad de cocaína promedio de una chupada de hojas de coca se ha estimado en 50 miligramos, pudiendo llegar a 64 y aún 112 mg. (Henmann 2005, Ott 2008). La única diferencia sería la velocidad de absorción, unos minutos en la aspiración nasal, 45 minutos en la chupada, y tragada, hoja de coca con bicarbonato. Pero Ott hizo una mejora que puede practicarse en la cocina de cualquier casa, evitando así la peligrosa kakaína callejera adulterada.

venta hojas de coca

COCA Y BICA PLUS

Siguiendo el método descrito por Jonathan Ott, y publicado en varios artículos de la revista Cáñamo, mezclamos una cucharadita de bicarbonato sódico por cada cucharada sopera colmada de polvo de hojas. Conseguimos una pasta húmeda añadiendo un poco de agua y la dejamos reposar quince minutos. Si se mete una cucharadita en el carrillo cada media hora procurando no tragarlo todo de golpe, chupando y tragando poco a poco haciéndola durar hasta que el último resto de polvo se trague a los treinta minutos, a la segunda cucharadita uno se estimula igual que esnifando cocaína pura. Esta pasta sólo se conserva bien un día, lo que sobre debe guardarse bien sellado en el congelador, una bolsa de autocierre dentro de otra basta. De lo contrario se vuelve muy ácida. Aún así el uso diario de coca y bica durante años produce una superficie correosa en la boca (Rätsch 2005), en cambio las sustancias alcalinas más suaves, empleadas en los Andes centrales del Perú, sobre todo la rica pasta que llaman tocra, no sólo son más ricos sino mucho menos dañinos para las membranas bucales (Henmann 2005).

La pasta húmeda de coca y bica me resultó demasiado fuerte, pero sin duda hará las delicias de los aspiradores nasales que por fin tienen ahora una potente alternativa herbal mas sana que la perika callejera. Aún así habrá quien diga que el preparado es suave y que sus polvos callejeros son mucho mas potentes. Para estos fantasmas va destinada la siguiente receta de alquimista.

EXTRACTO ALCOHÓLICO X10

Extracto alcohólico de coca se hace pulverizando 300 gramos de hojas y dejándolas en ron un día, agitando de vez en cuando la botella. Se filtra con un filtro de tela de los de café y se evapora parte del ron cocainizado, sin que hierva (al baño maría o al uno en una cocina vitro cerámica), hasta dejar el suficiente para empapar 30 gramos de hojas pulverizadas. Compré dos botellas de vodka en el súper, hice una pasta que dejé secar y me metí una cucharadita de este polvo en un carrillo. Chupé y tragué poco a poco durante media hora. Este polvo es 10 veces más potente que la hoja y sabe mejor, pero para mi es suficiente la hoja con bica. Por otra parte el licor es caro y el proceso muy laborioso, sólo apto para personas con alma de alquimista o necesitados de una mayor potencia estimulante.

QUE TE DEN POMADA…DE COCA

Otro producto peruano de indudable valor terapéutico es la crema con extracto de hojas de coca, vaselina, timol, trementina y salicilato de metilo. Esta pomada es una auténtica cocáspirina cremosa que ya me ha aliviado mas de una tortícolis, dolores de espalda y diversos golpes. Anti inflamatoria, analgésica, anti reumática,… el único fallo es que lleva vaselina en su fórmula, y es un derivado del petróleo, sería deseable que la sustituyeran por cera virgen. Cokallp –que así se llama el bálsamo- puede comprarse en cocatea.com a unos seis euros el bote.

HOJA DE COCA, ¡LEGAL EN EUROPA!

ENCOD, la Coalición Europea por Políticas de Drogas Justas y Eficaces, iniciará el proceso de poner una denuncia por racismo contra los gobiernos europeos que decidieran oponerse en febrero a la solicitud del gobierno boliviano de modificar la Convención Única para legalizar la importación y venta de hoja de coca en Europa. Los que deseen estar al tanto de la Campaña por la Hoja Sagrada de los Andes que miren de vez en cuando en www.encod.org/info/-CAMPANA-COCA-.html

La excusa para no permitir la venta de hoja es que resulta fácil extraer la cocaína de la hoja, un argumento muy falaz porque podrían legalizar al menos los alimentos hechos a base de harina de hoja de coca, o las inofensivas bolsitas filtrantes de té de un solo gramo de hojas troceadas. No hay nada mas seguro para la salud, incluso un imprudente probó a tomar una infusión con 80 bolsitas y sólo se quejó de “agitación extrema” pero nada mas (Ott 2008). Si se hubiera tomado 20 aspirinas estaría muerto, así que definitivamente la prohibición de la hoja de coca es por motivos racistas anti científicos e insostenibles. Se podría argumentar que se ilegaliza la hoja por ser fuente de la cocaína, pero ¿Por qué no consideran entonces “droga ilegal” a la efedra, fuente de efedrina y anfetaminas?

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A lo largo de los años, ningún documento científico serio ha demostrado que el consumo de la hoja de coca tiene efectos negativos sobre la salud física o mental. Al contrario, hay una gran cantidad de informes científicos por expertos andinos e internacionales, entre otros de la Organización Mundial de la Salud, que manifiestan que el consumo solo tiene efectos benéficos en los consumidores.

Sin embargo, de acuerdo a la Convención Única de 1961, el consumo de la hoja de coca debería ser abolido en un período de 25 años (sin que se haya mencionado tal requisito para el consumo de cocaína). El único uso legal que puede hacerse de la hoja de coca desde entonces ha sido limitado a las empresas farmacéuticas que producen cocaína legal para fines médicos, y a la Coca Cola, que continua utilizando hojas de coca para producir el agente aromatizante. Los países productores de la hoja de coca fueron excluidos de la lista de países que pudieron beneficiarse de este uso legal.

Así que mientras la Convención Única de Estupefacientes de la ONU reserva el derecho de utilizar la hoja de coca como materia prima para industrias lucrativas dominadas por empresas occidentales, al mismo tiempo está criminalizando el consumo tradicional. Este es uno de los actos más vergonzosos cometidos por el mundo occidental contra civilizaciones de la historia reciente. La hoja de coca es parte integral de la sociedad boliviana desde hace miles de años. Como alimento, como medicina natural, como elemento de sus encuentros y sus fiestas, la hoja de coca no falta en la vida cotidiana de la mayoría de la población. En la nueva Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia que entró en vigencia en febrero de 2009, la hoja de coca se declara como «patrimonio cultural de la nación y la biodiversidad”. La oposición europea a la propuesta boliviana es por motivos ajenos a la temática de la coca. Las verdaderas razones tienen que ver con el miedo a que se derogue la Convención Única una vez que se ha reconocido oficialmente que contiene errores.

plantacion de coca

Si la ONU admitiera que la prohibición internacional de plantas como la coca, el cannabis o el opio ha sido basada en equivocaciones, entonces la base principal para la política de drogas en casi todos los países del mundo se esfumaría.

La pugna es entre la legitimidad de una cultura ancestral y la nula credibilidad de los gobiernos imperialistas que sojuzgan el mundo. Es David contra Goliath. Es de esperar que el gobierno boliviano prepare bien su estrategia en caso de que se presenten objeciones a su demanda. Una salida que le ofrece la ONU es la organización de una conferencia para plantear su propuesta en detalle, pero ello seguramente resultará una pérdida de tiempo.

Mejor sería que Bolivia, invocando el hecho de que el estado boliviano se ha renovado en 2009 con la aprobación de una nueva Constitución, decidiera reconsiderar todos los compromisos internacionales que ha tomado el anterior estado, entre ellos la Convención Única de 1961. Si el mundo no acepta la hoja de coca, Bolivia no tendrá otra opción que renunciar a la Convención Única y eventualmente volver a firmarla, haciendo excepción a todos los artículos que estén en contradicción con la Constitución Política del Estado Plurinacional, que dice en su artículo 384:

El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su estado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización e industrialización se regirá mediante la ley.

CITAS

Henman, A. 2005. MamaCoca. Un estudio completo de la coca. Juan Gutemberg Editores. Lima. Perú, 354 pgs; www.librosperuanos.com $48

Hidalgo, Eduardo. 2008. Cocaína. Revista Cáñamo nº 128, véanse los adulterantes más empleados en la página 128. Barcelona.

Ott, J. 2007. “Reducir daños con Mama Coca o la cocaína” en Cáñamo nº 119 noviembre pgs. 98-100 y nº 90: “Coca y cocaína, mambeo mamba o mamacocamanía”.

Ott, J. 2008. Julio. Cócabol o, ¡Coca-Cola sí, Coca-Ina no!. Cáñamo 127. Pág. 123

Rätsch, C. 2005. The encyclopedia of psychoactive plants. Ethnopharmacology and its applications. Park Street press. USA

www.encod.org/info/-CAMPANA-COCA-.html

 

Acerca del autor

Muchos años luchando en la sombra para que el cannabis florezca al sol.