Algunos efectos de estos medicamentos pueden confundirse con los de ciertas drogas

Todos alguna vez hemos conducido después de tomar un ibuprofeno o algún tipo de antihistamínicos para la alegría. Pues bien, tomar medicamentos de uso habitual para el tratamiento de la diabetes, ansiolíticos, antitusivos, relajantes musculares, antiepilépticos, antiparkinsonianos, antidepresivos y antihistamínicos puede afectar la capacidad de conducir y sus efectos pueden confundirse con los de la cocaína, el cannabis, los barbitúricos o las anfetaminas.

En el mundo hay un total de 5.000 fármacos que pueden reducir la capacidad de conducir y dar falsos positivos en controles de alcohol y drogas, lo que puede acarrear multas de hasta mil euros y la pérdida de hasta seis puntos del carnet de conducir, según la Agencia Española del Medicamento.

«Estamos hablando de medicamentos de uso muy habitual, desde los que se utilizan para el trastorno del sueño hasta sedantes, antipsicóticos e incluso fármacos que no van dirigidos a sedar al paciente pero sí lo tienen como efecto secundario, como algunos antihistamínicos o algunos fármacos que se utilizan para el tratamiento de alergias o incluso de un resfriado común. Es decir, estamos hablando de medicamentos de uso habitual y no de drogas de abuso», declara el doctor José María Domínguez Roldán, miembro de la Organización Médica Colegial.

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La benzodiazepinas (lorazepam, diazepam) es uno de esos fármacos de uso habitual al volante que nos ralentizan las reacciones y nos producen un exceso de sedación. Según un reciente estudio de la DGT publicado en su revista ‘Tráfico y Seguridad Vial’, el 15% de la población (11% de los conductores) toma benzodiazepinas y cerca del 2% de la población, a diario. Con frecuencia se consumen con antidepresivos y analgésicos.

Por su parte, la DGT no utiliza kits de detección para las benzodiazepinas en los controles de drogas que realizan en carretera. A pesar de ello, sí se analiza la presencia de las mismas en las segundas muestras de fluido oral que se envían para análisis al laboratorio.

En este análisis si se ha podido confirmar la presencia de benzodiazepinas en el 4,3% de los positivos en controles de drogas, y en el 97,1% se confirmó la presencia de al menos otra droga, en especial cocaína y cannabis.

Hay una gran variabilidad entre una persona y otra en la sensibilidad a esos medicamentos, pero los efectos más frecuentes son la somnolencia, la falta de capacidad de concentración y alerta, en general, la disminución de los reflejos y, por tanto, todos esos efectos pueden limitar la capacidad de conducción. Algunos medicamentos también tienen un efecto euforizante, lo que lo que hace que el conductor no sea consciente del peligro», explica Domínguez.

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La mayoría de los conductores desconoce que algunos medicamentos reducen la capacidad de conducción, por lo que pueden ser multados. Además, también desconocen que existe un símbolo o pictograma de advertencia en las propias cajas de los medicamentos que sean incompatibles con la conducción.

A continuación, enumeramos algunos medicamentos que pueden producir falsos positivos en controles de alcohol y droga:

-Benzodiazepina (Lorazepam, Orfidal, Alprazolam, Valium, Lormetazepam, Diazepam)

-Bromfeniramina (Ilvico)

-Bupropion (Zyntabac, Elontril)

-Clorpromazina (Largactil)

-Clomipramina (Anafranil)

-Dextrometorfano (Romilar)

-Difenhidramina (Bisolvon antitusivo compositum y otros)

-Doxilamina (Cariban, Dormidina y otros)

-Ibuprofeno

-Naproxeno

-Prometazina (Actithiol antihistamínico, Fenergan expectorante)

-Quetiapina (Seroquel)

-Ofloxacino (Surnox)

-Ranitidina

-Sertralina

-Tioridazina

-Trazodona (Deprax)

-Venlafaxina

-Verapamil

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