Las sanciones penales actuales agudizan los problemas de drogas en lugar de resolverlos, argumenta un nuevo informe de derechos humanos de la ONU
Un informe de derechos humanos de la ONU publicado hace una semana hace un llamado para cambiar las medidas punitivas usadas actualmente para abordar el problema global de las drogas, hacia políticas fundamentadas en derechos humanos y salud pública. El documento sostiene que el uso desproporcionado de penas criminales está causando daños significativos.
El informe insta a los Estados a desarrollar políticas efectivas sobre drogas, incluyendo la consideración de despenalizar la posesión de drogas para uso personal. “Si se diseña e implementa de manera efectiva, la despenalización puede ser una herramienta poderosa para garantizar que se protejan los derechos de las personas que usan drogas”, señala el texto.
Penalización contribuye al sufrimiento humano
“Las leyes, políticas y prácticas desplegadas para abordar el consumo de drogas no deben terminar exacerbando el sufrimiento humano. El problema de las drogas sigue siendo muy preocupante, pero tratar a las personas que usan drogas como criminales no es la solución”, afirmó el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk.
El Alto Comisionado abogó por un cambio en el enfoque actual centrado en la prohibición, la represión y el castigo, hacia leyes, políticas y prácticas ancladas en los derechos humanos y orientadas a la reducción de daños.
Efectos devastadores de la penalización
El informe, mandatado por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, encuentra que el uso desproporcionado de sanciones penales desanima a las personas que usan drogas de buscar tratamiento y alimenta el estigma y la exclusión social. Según las últimas estadísticas disponibles del Informe Mundial sobre Drogas 2023, las personas que usan drogas están desproporcionadamente afectadas por virus transmitidos por la sangre, casi 660,000 mueren cada año por causas relacionadas con drogas, y el 10% de todas las nuevas infecciones de VIH a nivel global en 2021 fueron entre personas que inyectan drogas.
La militarización de las fuerzas del orden en la llamada guerra contra las drogas contribuye a graves violaciones de los derechos humanos, incluyendo asesinatos extrajudiciales. Además, el uso desproporcionado de penas penales contribuye significativamente al hacinamiento en las cárceles.
Impacto desigual en comunidades vulnerables
El informe resalta que los efectos de estas políticas son más severos para las personas de ascendencia africana, mujeres, pueblos indígenas y jóvenes de entornos pobres. “Las políticas actuales sobre drogas tienen el mayor impacto en aquellos que son más pobres y vulnerables”, subrayó Türk.
También ha habido un aumento en el uso de la pena de muerte para condenas relacionadas con drogas en todo el mundo, en contra de las normas y estándares internacionales de derechos humanos. El número registrado de personas ejecutadas por delitos relacionados con drogas más que se duplicó en 2022 en comparación con 2021, lo que representa el 37% de todas las ejecuciones registradas a nivel mundial, según el informe.
Volker Türk concluyó que la actual sobreenfasis en la coerción y el control para contrarrestar las drogas está alimentando un aumento en las violaciones de derechos humanos a pesar de la evidencia acumulada de que décadas de criminalización y la llamada guerra contra las drogas no han protegido el bienestar de las personas ni disuadido el delito relacionado con drogas. El Alto Comisionado instó a los Estados a seguir la tendencia positiva de un número creciente de países que están adoptando políticas y prácticas que despenalizan el uso de drogas y tratan el consumo de drogas como un problema de salud pública y derechos humanos, aplicando enfoques basados en evidencia, sensibles al género y de reducción de daños.
Acerca del autor
Amante del cannabis y especializado en el mundo de las sustancias psicoactivas. Escritor y psiconauta.