Cada día que pasa se conocen más aplicaciones potenciales de la planta de cáñamo, al margen de sus propiedades terapéuticas y recreativas.

Desde su empleo como fuente de alimento, fibra, materiales de construcción, biocombustibles e incluso materiales superconductores, la lista de aplicaciones suma y sigue hasta los 25.000 productos diferentes que se pueden llegar a elaborar y de los que nuestra sociedad se podría llegar a beneficiar con este recurso renovable.

Cuando a este enorme potencial de versatilidad le añadimos las favorables características que posee como cultivo agrícola (escasos requerimientos específicos en cuanto a tipo de terreno apto para su cultivo, necesidades hídricas y climáticas, la ausencia de plaguicidas y herbicidas, etc.) es natural que muchos de nosotros creamos que el cáñamo podría ser el motor de una gran industria que permitiría la creación de un gran número de empleos y que permitiría la recuperación social y económica de muchas zonas rurales y agrícolas que en estos momentos se encuentran sumidos en el abandono y con pocas opciones de sobrevivir ante las condiciones globales de la producción agrícola y ganadera.

el cáñamo permitiría la recuperación social y económica de muchas zonas rurales y agrícolas

Se trata de una perspectiva muy optimista para todos los amantes de la planta y para aquellos que desean que nuestra sociedad sea capaz de variar su modelo económico y de consumo de forma que se detenga el rápido deterioro de nuestros recursos naturales y sociales que estamos provocando en nuestro planeta debido a un modelo basado en el crecimiento ilimitado con unos recursos finitos que están llegando rápidamente a su fin.

Pero este sueño hay que concretarlo en realidades tangibles y ahí es donde la cruda realidad se choca de bruces con nuestras bucólicas intenciones. Se necesitan enormes inversiones, desarrollos de todos los pasos de la miríada de procesos que conllevarían, educación de los consumidores y todos los agentes implicados, el apoyo de todas las administraciones posibles y un larguísimo etcétera que nos harían plantearnos nuestras intenciones de nuevo. La idea no es nueva, así que en el momento en el que estamos cualquier pequeña iniciativa en esta dirección siempre es digna de alabanza.

Siendo un proyecto de modestas dimensiones, basado en unos principios poco convencionales para el sector textil, NATURWEAR es una iniciativa que está comenzando a crear empleo y actividad económica en una situación tan necesaria como la que corre en estos tiempos en todo el país, y creo que puede ser un magnífico ejemplo de cómo el cáñamo y otras fibras naturales y ecológicas pueden ser de ayuda para recuperar un sector económico sumido en una gran crisis desde hace años y que parece no tener fin.

En este proyecto están relacionadas de una forma u otra hasta once empresas locales que están viendo incrementadas sus posibilidades de supervivencia a la crisis gracias a la participación colaborativa entre ellas.

La parte correspondiente al cultivo, procesado, hilado, tejido y teñido de las materias primas se realiza fuera de la Unión Europea, en diversos países de Asia, por lo que la actividad económica local se activa una vez que el stock de los distintos tipos de tejidos llegan al pueblo de Allariz, provincia de Ourense, pueblo protagonista de nuestra historia donde se concentra la actividad de la empresa. De forma general podemos describir los procesos que se llevan a cabo de la siguiente forma:

  1. Diseño: Las ideas para la creación de las prendas y complementos, formas, colores, texturas, acabados… son llevados a cabo principalmente por el creador de la empresa y una socia internacional (dos personas).
  2. Patronaje: Los diseños tienen que ser plasmados en planos y medidas concretas que serán necesarios para que el taller de corte y confección realice su función. En este caso se contrata a una profesional del patronaje textil de contrastada experiencia trabajando para conocidas marcas. Ahora el sector de la moda ecológica le permite mantener su actividad pese al declive general del sector textil en España (una persona).
  3. Corte y confección: La elaboración propiamente dicha de las prendas se lleva a cabo en un pequeño taller textil del pueblo, dicho taller llegó a tener un importante volumen de actividad en la época dorada del sector antes de que las grandes marcas se “relocalizaran” en otros países. No trabajan en exclusiva para la marca protagonista de esta historia pero sí que supone una parte importante de su carga de trabajo (tres personas).
  4. Lavado: Se realiza en unas instalaciones industriales de la misma localidad.
  5. Planchado y acabado: Es el proceso donde la prenda queda lista puesto que se realizan los últimos ajustes de acabado, también se lleva a cabo en una empresa local.
  6. Serigrafiado: Es la única parte del proceso que se hace fuera de la localidad, en este caso en Madrid.

Una vez rematado y empaquetado el producto, se almacenan en el pueblo y de ahí pasan al canal de venta, principalmente a través de la web y a la venta directa en ferias y eventos.

Mesa de trabajo de corte
Mesa de trabajo de corte

Como hemos visto, a pesar de ser una modesta iniciativa está reactivando un sector prácticamente abandonado en una localidad donde el textil llegó a ser una de las principales industrias y fuentes de empleo. Seis empleos directos y una considerable carga de trabajo para empresas auxiliares me parece un ejemplo perfecto para ilustrar lo que puede suponer la vuelta del cáñamo y de las fibras naturales a nuestros escaparates. Además habría que incluir otros aspectos como el diseño y mantenimiento de la página web, la colaboración ocasional de un fotógrafo profesional, los transportes, embalajes, puntos de venta… Por lo que dentro de la pequeña escala en la que se encuentra, es un motivo de esperanza para aquellos que ven como la actividad económica en su localidad se mantiene y pueden alejarse de la negra perspectiva de la quiebra o la emigración.

Al margen de la elaboración y venta de los productos de su propia marca, las actividades de la empresa abarcan también otras actividades como la venta directa de tejidos ecológicos sin pedido mínimo, por lo que se hacen accesibles para otras pequeñas marcas que quieren probar esta alternativa, así como diversas actividades de promoción del sector ecológico.

El pequeño tamaño de la iniciativa hace imprescindible la colaboración de todos los actores implicados de forma flexible, sin estructuras rígidas y basadas en el respeto y la confianza mutuos, algo que no es aplicable a las grandes empresas del sector textil.

Fardo de tela de cáñamo
Fardo de tela de cáñamo

La parte de cultivo y producción del tejido se realiza en diversos países de Asia, siendo el elemento central una empresa nepalí dedicada a la exportación de tejidos. En colaboración con ésta y otras empresas japonesas y norteamericanas se realizan compras conjuntas a grandes proveedores de fibras y tejidos, de esta forma tienen acceso a pedidos de mayor tamaño y por tanto condiciones más favorables que no podrían alcanzar de forma individual.

Las fibras naturales con las que trabajan son las siguientes:

  • Algodón ecológico: Proveniente de la India.
  • Mezcla de algodón ecológico y cáñamo: Se trata de un tejido elaborado en China con un 45% de algodón ecológico y un 55% de cáñamo.
  • Cáñamo refinado: Proveniente de China.
  • Cáñamo rústico: Se trata sin duda del tejido con más valor, puesto que consiste en pequeñas producciones artesanales elaboradas en distintos puntos de las montañas de Nepal. El cáñamo usado para la elaboración de estos tejidos proviene de variedades tradicionales para uso textil, pero seguramente será muy diferente al cáñamo industrial europeo, pues en las montañas de Nepal no creo que tengan funcionarios controlando los niveles de THC de las plantas que serán empleadas en la elaboración de fibras.
  • Ortiga: También proveniente de Nepal, la fibra se extrae de plantaciones silvestres de esta planta. En los últimos años esta planta (emparentada con el cáñamo) ha comenzado a emplearse como cultivo con fines industriales también en Europa.

Es evidente que los terribles terremotos sucedidos en Nepal hace pocos meses han supuesto una enorme tragedia y han conmocionado a todo el país, afectando social, ambiental y económicamente. Esperemos que la recuperación tras semejante desastre sea lo más rápida posible y que en la medida de lo posible todos colaboremos con tal fin.

Para asegurar que los tejidos y los tintes empleados no dejan ningún residuo contaminante en el producto final, la empresa asegura el control de calidad en estos aspectos mediante analíticas en laboratorios independientes y se plantea solicitar algunos sellos de calidad de reconocimiento internacional como el GOTS o OEKOTEK que garanticen el reconocimiento no solo de que sus productos están libres de residuos sino también de otros aspectos como el respeto a los derechos de los trabajadores y las normas éticas en todas las partes del proceso.

Stock de tejidos
Stock de tejidos

La impresión recibida cuando fui a visitar al responsable de la empresa fue de lo más satisfactoria, puesto que nos encontramos en el bar de un amigo que hace unos menús y pizzas vegetarianas magníficas, usando vegetales procedentes de las cercanías del pueblo. Mientras tomábamos un café en el jardín del bar rodeados por tomateras y lechugas pasaron por allí algunos de los implicados en el proceso como el encargado del taller y el fotógrafo. La sensación de relax y buen ambiente se hacía notar, en contraste con lo que se podía esperar respecto a unas relaciones de empresa/cliente/empleados.

La base de la colaboración entre pequeños autónomos y empresas hace que proyectos como éste puedan salir adelante y además aportar una calidad de vida en el trabajo muy importante, sin la presión de un jefe autoritario causando estrés a todo aquel que lo rodea.

La parte financiera del proyecto fue aportada por la conocida como banca ética, puesto que difícilmente la banca tradicional habría apoyado un proyecto de estas características. Seguramente no todo sean rosas en el camino y sin duda el gran esfuerzo realizado por el creador de la marca con sus viajes (ha estado más de dos años y medio en Asia tejiendo su red de contactos) florecerá poco a poco y espero que llegue a reactivar de forma significativa el sector del textil ecológico en nuestro país.

Quiero terminar con un especial agradecimiento a Pedro, por su amabilidad y colaboración con este artículo.

Acerca del autor

Ramón Servia
Ingeniero Técnico Agrícola
Ingeniero técnico agrícola de profesión, desde el año 2012 ha llevado a cabo diferentes experiencias relacionadas con el cáñamo industrial, buscando ahondar en el conocimiento de los diferentes aspectos del cultivo y las variedades certificadas disponibles. Ha actuado como perito judicial en varios casos relacionados con el cannabis y es colaborador habitual en publicaciones especializadas en el sector.