Los cultivadores de cannabis en Marruecos dejan atrás el miedo y abrazan la legalidad con optimismo
La regularización del cannabis en Marruecos impulsa el desarrollo rural en las provincias del Rif, mejorando la vida de miles de familias que dependen de esta planta para su sustento
Desde las montañas del Rif, el eco de una transformación silenciosa resuena en cada valle y pueblo: los agricultores marroquíes han comenzado a cultivar cannabis sin miedo. Esta realidad, impensable hace solo unos años, es ahora posible gracias a la legalización del cannabis en 2021, que permite su cultivo para fines farmacéuticos e industriales en tres provincias del norte de Marruecos. Esta medida ha sido un alivio para los miles de agricultores que, durante décadas, vivieron bajo la sombra de la ilegalidad.
“Vivir con dignidad y sin temor”
Jawad Rifi, un agricultor de 56 años que lleva tres décadas dedicándose al cultivo de cannabis, refleja en sus palabras el sentir de muchos de sus colegas: “Ahora vivimos con tranquilidad”. Rifi y otros agricultores del Rif han sido testigos de la transición de un cultivo estigmatizado a uno regulado, lo que ha traído consigo una nueva esperanza para mejorar sus condiciones de vida.
Las cifras hablan por sí solas: más de 60.000 familias en las provincias de Alhucemas, Chaouen y Taounat dependen del cannabis para su subsistencia. La regularización busca no solo garantizar su bienestar, sino también protegerlas de los riesgos asociados al cultivo ilegal, como la confiscación de sus cosechas o la amenaza constante de ser denunciados.
Abdeslam Ichou, otro agricultor de Zaouiat Alarab, destaca el cambio radical en su vida desde que se unió al circuito legal en 2023. “Antes no podíamos ni ir al mercado sin miedo. Hoy, podemos decir orgullosos que cultivamos cannabis legalmente”, afirma mientras observa con satisfacción su campo, listo para la cosecha.
Un sector en expansión y consolidación
El avance de la industria del cannabis en Marruecos es evidente. Según la Agencia Nacional de Reglamentación de las Actividades Relativas al Cannabis (ANRAC), el número de licencias otorgadas a los cultivadores pasó de 700 en 2023 a 3.000 en 2024. Mohamed El Guerrouj, director de ANRAC, subraya que estas regulaciones están diseñadas específicamente para beneficiar a los pequeños agricultores, mejorando sus ingresos y condiciones de vida.
En 2024, la superficie legalmente cultivada con cannabis ascendió a 2.400 hectáreas, un notable incremento respecto a las 277 hectáreas del año anterior, aunque aún lejos de las 29.557 hectáreas de cultivos ilegales registradas en 2021. Sin embargo, El Guerrouj aclara que el objetivo no es expandir la superficie dedicada al cannabis, sino integrar y reconvertir las áreas existentes, asegurando un desarrollo sostenible.
Desafíos y futuro del cannabis en Marruecos
Pese a los avances, no todo es sencillo para los agricultores. Hamid Oudayer, de 32 años, expresa su preocupación por los altos costos de las semillas y fertilizantes, además del impacto de la sequía en sus cultivos. Aunque la legalización ha traído consigo muchas ventajas, la realidad económica sigue siendo un reto.
Aun así, el optimismo prevalece en las comunidades agrícolas del Rif. Dos años después de la legalización, la industria del cannabis en Marruecos comienza a consolidarse con la aprobación de 19 productos a base de CBD, incluyendo cosméticos y complementos alimenticios, algunos de los cuales ya han llegado al mercado. Este es solo el inicio de un camino que promete transformar no solo la economía local, sino también la percepción global del cannabis marroquí.
Con cada cosecha, los agricultores del Rif no solo están sembrando una planta, sino también un futuro más próspero y digno para sus familias.
Acerca del autor
Agustín Lacalle destaca como Director y Maquetador de 'Cannabis Magazine' y 'El Cultivador'. Con una profunda pasión por el cannabis desde el siglo pasado, combina habilidades en redacción e investigación, aportando perspectivas únicas al mundo del cannabis