Vaporización del cannabis frente a gasificación

En esta ocasión hablaremos de los conceptos básicos de la vaporización del cannabis y su gasificación, así como de las ventajas y desventajas que estos sistemas conllevan. Además daremos algunas claves para que podamos decidirnos sobre cuál es el sistema ideal para consumir nuestras esencias.

Lo primero que debemos saber antes de este peculiar análisis, es que pese a parecer sistemas muy parecidos son totalmente diferentes, por lo que la comparación sólo será para conocerlos y saber diferenciarlos, ya que ambos ofrecen grandes ventajas tanto a los consumidores medicinales como lúdicos.

Vaporización

Aunque en números anteriores hemos hablado sobre qué es la vaporización y todas las ventajas que ésta nos ofrece, recordaremos sus principios básicos para así poder comparar este sistema frente a la gasificación.

¿Qué es la vaporización del cannabis?

El principio básico de la vaporización será extraer todos los cannabinoides y terpenos de nuestras esencias, sean hierbas o extracciones, mediante un elemento calefactor, el cual calentara las esencias, yendo provisto de un termostato regulable o no, pero calibrado para que nunca sobrepase los 220 grados Celsius, ya que correremos el riesgo a combustionar las hierbas. En el caso de vaporizar extracciones sí que pueden superar dicha temperatura sin combustionar, aunque debemos tener cuidado ya que según la extracción vaporizada combustionará a una u otra temperatura, nunca sobrepasando los 240 grados Celsius, ya que pese a que no combustionen sí que “chamuscaremos” los terpenos, otorgándonos un sabor apagado y con falta de matices.

Todos los vaporizadores tienen en común el elemento calefactor, pero dependiendo del modelo usado puede ir pegado a las esencias, siendo este sistema calentamiento por conducción. Además hay otros sistemas alternativos como la radiación, aunque este método es muy poco usado debido, entre otras cosas, a su alto coste de fabricación.

Hierbas antes de ser vaporizadas (Izquierda) Gasificadas (derecha)
Hierbas antes de ser vaporizadas (Izquierda) Gasificadas (derecha)

La convección

En mi opinión la convección es el método de calentamiento más eficaz para vaporizar, ya que se basa en una fuente de calor, como ocurre en todos los vaporizadores, y un flujo de aire el cual pasará a través de dicha fuente antes de circular por nuestras esencias, consiguiendo una temperatura homogénea que producirá un vapor muy parecido en todas las inhalaciones, evitando que las hierbas no sean tostadas en exceso por unas partes, mientras otras apenas han alcanzado la temperatura correcta, algo muy común cuando usamos vaporizadores que usan como forma de calentamiento la conducción.

Otra de las grandes ventajas que nos ofrece este sistema es que tan solo volatilizaremos los cannabinoides y terpenos cuando el aire circule por la cámara de las esencias, pudiendo ser este forzado por un pequeño ventilador, o simplemente creando un flujo de aire al inhalar, consiguiendo así que nuestras esencias no sean volatilizadas mientras no estamos vaporizando, pudiendo espaciar mucho más las inhalaciones sabiendo que nuestras esencias seguirán tal y como las habíamos dejado en la calada anterior. Pese a que las esencias no serán permanentemente vaporizadas, sí que es conveniente acabarlas en unos 10 o 15 minutos, ya que pasado ese tiempo el sabor será escaso, produciendo un vapor denso y cargado de cannabinoides pero carente en gran medida de terpenos, ya que se han ido degradando con el paso de los minutos.

¿Gasificamos?

Este término nos puede sonar raro por ahora, aunque os adelanto que será un sistema muy valorado en el futuro. Pese a ser un método muy diferente al de la vaporización, para extraer todo el potencial de nuestras esencias irá muy ligado a ella, ya que la combinación de ambos sistemas, en mi opinión, se convertirá en la forma más usada para consumir cannabis, ya sean consumidores lúdicos o medicinales.

¿Qué es la gasificación del cannabis?

La gasificación no es más que un proceso termoquímico producido en nuestras esencias. Mediante una reacción con el aire producido por diferentes procesos que pueden ser provocados, bien por la temperatura, la presión o la combinación de ambas, se produce un vapor gasificado, que se caracteriza por tener unas partículas muchos más pequeñas que el vapor, haciéndolas más fáciles de asimilar por nuestro organismo. A su vez, este vapor será mucho más denso de lo “normal”, pareciéndose más al humo, pero con la gran ventaja de no haber llegado a la combustión, por lo que evitamos las desventajas que ésta conlleva.

Te puede Interesar
Vaporizando combinaciones genéticas
Hierbas Gasificadas (Izquierda) Vaporizadas (Derecha)
Hierbas Gasificadas (Izquierda) Vaporizadas (Derecha)

¿Cómo se produce?

Aunque esta tecnología no es nueva, aún son pocos los modelos de vaporizadores que la usan, por lo que me centraré en la unidad que estoy utilizando y en sus procesos de gasificación para extraer todo el potencial de nuestras esencias. En este caso se trata de la combinación de diferentes procesos que irán desde la inyección térmica, hasta la compresión y descompresión de nuestro preciado gas.

La primera parte del proceso tiene lugar en el elemento calefactor, el cuál es calentado, para que así, mediante la corriente de aire producida al inhalar, cree un peculiar inyector de aire que irá dirigido directamente al atomizador, que es usado como cámara para albergar las hierbas. Este atomizador también actuara, aunque en menor medida, como elemento calefactor calentado por inducción. Además, será el encargado de encauzar el flujo de aire a través de las esencias. El atomizador está diseñado para que una vez el vapor haya pasado por las hierbas, este sea comprimido, produciéndose otro raro proceso, que compactará el vapor llevándose a cabo así el segundo paso en la gasificación.

Una vez tenemos compactado el vapor queda efectuar el último paso: la descompresión de nuestro preciado gas, para que las moléculas del gas se expandan produciendo un vapor muy denso, proceso que se llevará en la necesaria cámara de expansión, la cual debe ser lo más amplia posible para así conseguir un vapor denso, pero a su vez muy fino y suave, siendo muy parecido al humo provocado por la combustión, pero sin las desventajas que éste conlleva (véase la sequedad bucal, la alta temperatura del humo al pasar por las vías respiratorias provocando tos o la infinidad de perjuicios para la salud que evitaremos con la vaporización).

Otro detalle a destacar de la unidad que estamos analizando, es la posibilidad de vaporizar hierbas y extracciones a la par, gracias a que la unidad calefactora, donde depositaremos las extracciones, está sobre unos 10 grados Celsius más caliente que el aire que pasará por las hierbas, evitando así la necesidad de subir la temperatura por lo que tampoco correremos el riesgo a combustionar.

¿Qué sistema elijo?

Una vez ya tenemos claros los conceptos básicos de la gasificación y vaporización toca explicar las ventajas e inconvenientes de ambos sistemas ya que los dos son totalmente efectivos. Sólo tenemos que encontrar cuál es el más indicado para nosotros, aunque, como veremos más adelante, en mi opinión son totalmente complementarios ya que según nuestra situación y él momento de día que nos encontremos, vendrá mejor usar uno u otro sistema.

Pero antes de centrarnos en el efecto y el tiempo que tardaremos en consumir las esencias, ya que serán las grandes diferencias, detallaremos las diferencias tanto en el sabor como en el vapor producido, a pesar de no haber grandes diferencias en este caso.

Cabe destacar que partiremos de la base de que todas las unidades probadas para hacer esta particular comparación son de la máxima calidad. Aunque también es verdad que hay ciertos modelos, tanto de un sistema como del otro, que dejan mucho que desear, no cumpliendo con las necesidades básicas para una correcta vaporización.

¿Cuál ofrece mejor sabor?

Aunque la diferencia es casi inapreciable, es cierto que con los vaporizadores convencionales se obtiene, en mi opinión, mejor sabor durante más tiempo, esto quiere decir que con la misma cantidad de esencias obtendremos más inhalaciones con buen sabor, pero también es cierto que el sabor obtenido con la gasificación es mucho más fuerte y pronunciado en la primera inhalación superando en este caso el sabor de los vaporizadores comunes. Eso sí, para que consigamos esto hay que bajar un poco más las temperatura de la máquina de gas que en el caso de los vaporizadores normales. Si tenemos en cuenta sólo el sabor, recomendaría el uso de un vaporizador convencional para comenzar nuestra andadura en el vapor, ya que estos consiguen con más facilidad extraer todo el sabor, dejando los gasificadores para usuarios más expertos, capaces de controlar con facilidad tanto la temperatura de vaporizado como la intensidad de las inhalaciones.

Te puede Interesar
Vaporizando diferentes hierbas

¿Qué vapor es mejor para la vaporización del cannabis?

Aquí sí que la diferencia es más que notable, debido sobre todo al sistema utilizado por el gasificador, puesto que es capaz de producir un vapor mucho más denso que el obtenido por los vaporizadores convencionales, consiguiendo que sea más suave a pesar de no haber sido hidratado previamente. Esto era algo impensable por los usuarios de vaporizadores hasta la llegada de los gasificadores, que nos veíamos abocados a buscar adaptadores para hidratar el vapor, mediante la conexión a un bong o pipa, como única forma en la que obtener un vapor suave e hidratado. Otro de los curiosos datos que me ha ofrecido esta comparativa es que cuando hidratamos el vapor producido por el gasificador no encontramos apenas diferencia con el que no ha sido hidratado, por lo que no veo necesario el uso de este sistema ya que además debemos respetar la inicial cámara de expansión, sin que en ésta haya agua, antes de hidratar el vapor.

Efecto y tiempo de duración de las esencias

En este punto es donde encontramos las mayores diferencias entre un sistema u otro, ya que con el gasificador vaporizaremos las esencias, entre 0.1 y 0.2 gramos, en sólo una inhalación, por lo que la pegada será inmediata, obteniendo así mucho más rápido el efecto deseado, algo muy valorado sobre todo por los consumidores medicinales, que consiguen paliar sus síntomas de forma rápida y eficaz. Esto también es muy destacado entre los consumidores lúdicos que buscan el “punch” de los bongs, pero obteniendo las ventajas que conlleva vaporizar.

Vapor siendo hidratado
Vapor siendo hidratado

Sin embargo, lo que pueden parecer ventajas para unos, pueden ser inconvenientes para otros y es aquí cuando entran en escena los vaporizadores convencionales. Estas máquinas de vapor ofrecen una vaporización más estable y prolongada, otorgándonos mucho más tiempo para degustar nuestras esencias, pudiendo apreciar así más los matices tanto del sabor como del efecto. En este caso la carga de un vaporizador puede ir desde 0.2 a 1.0 gramo, pero con la gran diferencia de que estas esencias, dependiendo del vaporizador y la temperatura usada, nos pueden durar entre 5 y 10 minutos, por lo que las optimizaremos más en el tiempo, aunque con esto sacrifiquemos la gran e instantánea pegada de los gasificadores.

Conclusiones

Tal y como empezamos diciendo, todo dependerá del consumidor y de la situación, ya que cada persona es un mundo y las situaciones que nos podemos encontrar son ilimitadas, pero particularmente recomendaría el uso de los vaporizadores convencionales a los consumidores de cannabis que buscan disfrutar del consumo de sus esencias, solos o en compañía, sin obtener un efecto demoledor. También son los más recomendables para los consumidores medicinales que necesitan administrarse su medicina poco a poco, para así paliar sus molestos síntomas. En cambio, los gasificadores los veo más recomendables para los consumidores lúdicos que buscan un efecto rápido, sin perder tiempo en el consumo de sus preciadas esencias. Este método también es muy indicado para los consumidores medicinales que sufren constantes brotes por sus enfermedades, los cuales podrán paliar en unos segundos. Así que piensa cuál es tu situación y qué uso le vas a dar y pásate a vaporizar.

¡Yo Vaporizo!

Acerca del autor

Raro Genetics
Cultivando, extrayendo y vaporizando desde el siglo pasado. Cientos de artículos publicados en los medios más prestigiosos del sector cannábico en España. Juez en las copas más renombradas en Europa. Presidente asociación de CBD-rich. Fundador  de Origami Extracts Tools. @raroweed